LOS DETALLES
La reacción se quedó a medias
Otra nefasta primera mitad, en la que llegó a perder por 25 puntos, condena al ICG Força Lleida a su tercera derrota
El equipo llegó a situarse a solo 7
El ICG Força Lleida encadenó ayer la tercera derrota del curso al perder en su visita a un efectivo Cantabria (75-63), en un partido que tuvo el mismo guion de hace una semana ante el Tizona Burgos en el Barris Nord. Nefasta primera mitad, en la que el equipo llegó a estar 25 puntos abajo con porcentajes de tiro desastrosos, sobre todo desde más allá de los 6,75, y una segunda en la que logró reaccionar y poner el miedo en el cuerpo al rival, situándose a solo 7 puntos al inicio del último cuarto, pero que acabó de nuevo derrotado por pérdidas importantes en momentos cruciales fruto de la ansiedad por remontar.
La puesta en escena de los de Gerard Encuentra no hacía presagiar, ni de lejos, lo que acabaría pasando poco después. Sus pupilos entraron concentrados y con energía, la que tanto echó en falta el técnico en el partido contra el Tizona Burgos. El 0-4 de inicio firmado por los dos últimos en llegar, Thomas y Simeunovic, titulares ayer junto a Villar, Matulionis y Hasbrouck, que debutaba en Liga después de recuperarse de su lesión muscular, invitaban al optimismo. Pero esa sensación apenas duró dos minutos y medio. El Cantabria, que en ese tiempo no había anotado todavía, encadenó un parcial de 20-8 que hizo saltar todas las alarmas.
No por la diferencia, del todo remontable, sino por la imagen que estaba dando el equipo, prácticamente la misma de hace una semana. Permisivo en defensa, sin ideas en la creación y precipitado en ataque y obsesionado con lanzar únicamente de tres puntos. El porcentaje lo dice todo: 1 de 11 en triples.La situación no mejoró en el segundo acto, todo lo contrario. El ICG Força Lleida fue un muñeco en manos de un Cantabria que cuando olió sangre fue a rematar a su rival. A los dos minutos y medio de la reanudación, Encuentra tuvo que parar el partido porque la diferencia ya era de 13 puntos (25-12), pero de nada sirvieron sus instrucciones porque el equipo siguió en caída libre. Dos ex del Força Lleida, Bulic y Agustí Sans, con nueve y cuatro puntos, respectivamente, lideraron otro parcial demoledor de 14-3, situando la renta en 25 puntos (40-15) tras una técnica de Matulionis por protestar, la máxima en todo el duelo.
El cuadro leridano solo logró anotar un punto en los primeros 5 minutos y la primera canasta en juego llegó en el minuto 6. Aunque tuvo una pequeña reacción final, cerró una primera parte para olvidar con 23 abajo (45-22). Las cifras al descanso eran demoledoras: 7 de 18 en tiros de dos, 1 de 15 en triples, 5 de 9 en libres, nueve rebotes menos capturados que su rival y una valoración de 52-14. En la segunda parte tocaba remontada, o al menos un cambio de imagen importante para no salir vapuleados de nuevo. Y el equipo se puso el mono de faena y desde una defensa mucho más intensa y presionante comenzó a recortar las distancias. También tuvo mucho que ver el dominio de Kuath en la pintura –11 puntos del sudanés en este tercer periodo– y a los triples de Hasbrouck (2) y Javi Vega (1).
El Força Lleida logró reducir la desventaja a la mitad al final del cuarto (59-47) y a ocho puntos (59-51) nada más arrancar el último asalto gracias a un 0-4 de salida. Un error de Hasbrouck en un contraataque aún hubiera podido apretar más el marcador, pero los leridanos aguantaron y lograron situarse a siete (61-54) a falta de ocho minutos. Pero dos triples casi seguidos de Littleson, el primero desde ocho metros, y varias pérdidas de balón fruto de la ansiedad acabaron con todas las esperanzas de remontada.