Imparables

El Lleida Esportiu sigue en la senda de la victoria al ganar ayer al Espanyol B (1-0), en un partido en que los jugadores azules supieron tirar de oficio y mantener la ventaja inicial que Chuli había dado con su gol en la primera parte. De este modo, el Lleida vuelve a terminar la jornada líder a un punto de su perseguidor, el Hércules de Alicante y está siete puntos por encima de la frontera que marca el play off. El triunfo de ayer supone también que, después de 37 años, con la entonces UE Lleida, se iguale el mejor inicio en casa con cinco victorias de cinco posibles en Liga.

El encuentro parecía empezar sin muchas incidencias. El Lleida no sufría, pero tampoco generaba demasiado peligro pese a ser el dominador del juego en los primeros compases. Poco a poco, los locales insistían en el juego con las ya habituales incorporaciones de los carrileros apurando la línea de fondo. De hecho, llegado al ecuador del primer tiempo, una serie de balones colgados al área terminó con un balón muerto dentro de la zona de peligro. Montero, con un remate acrobático, puso a prueba al guardameta Fortuño que, pese a hacer una gran intervención, dejó el balón muerto para que Chuli rematara a placer ante la defensa pasiva de los centrales ‘pericos’. El delantero andaluz daba la ventaja al Lleida en un momento muy importante debido a que el equipo triangulaba bien pero no encontraba la portería. El tramo final de la primera parte siguió el guion del tramo inicial aunque condicionado por el resultado y la afición, que se vino arriba y no dejó de animar al equipo en todo momento. Por lo que respecta al juego, el Lleida fue fiel a su estilo en ataque, insistiendo por bandas y finalizando en el centro. Ejemplo de ello fue cuando pasada la media hora de partido, Mateo conectó un muy buen cabezazo que solo la buena estirada de Fortuño impidió que llegara el segundo tanto. Por su parte, el filial blanquiazul intentaba salir de la presión local por el centro. Lo que no esperaba el rival es que allí encontrarían a Quadri, que estuvo todo el partido abortando las progresiones del rival. En el final de la primera parte el partido se volvió rudo, pero con el control del Lleida, que solo fue incomodado con un par de disparos tímidos desde fuera del área de Javi Hernández.El segundo acto fue un periodo en que el Lleida supo jugar más con la cabeza. El Espanyol B empezó a instalarse en campo contrario y los pivotes Roger y Carvalho daban oxígeno a un equipo que se ahogaba al meter el balón en el área. Sobre todo, Campins y Neyder fueron vitales para la zaga azul. Los centrales se pasaron toda la segunda parte achicando balones.

La única mala noticia fue que Chuli se perderá el próximo partido en Formentera por una discutible amarilla en el minuto 49. El goleador andaluz se vació peleándose con los defensas e intentando descolgar balones para crear segundas jugadas. Tanto fue su esfuerzo que Ángel Viadero le sustituyó por Antonio Romero en el minuto 65. Un cambio totalmente táctico y defensivo que auguraba el tramo final de partido.El Espanyol B empezaba a tener el balón mientras los minutos pasaban. El técnico visitante Manolo González introdujo a uno de sus mayores creadores de juego en los últimos 20 minutos, Gori. El mediocentro dirigió las operaciones de ataque de su equipo aunque con poca precisión debido a la vigilancia de Quadri Liameed. La mayor acción de peligro de los visitantes en la misión de arañar al menos un punto, fue un centro envenenado de Joan Puig que casi se cuela dentro obligando a Iñaki Álvarez a mandar el balón a córner. Precisamente en los últimos instantes de partido, el balón parado, que parece ser el mejor aliado de los que tienen prisa para marcar, se volvió en contra de los visitantes. Los de Viadero supieron defender muy bien esas acciones finales e, incluso, pudieron generar contraataques a pesar de no generar demasiado peligro. Los azules se dedicaron a alejar el balón y ganar tiempo con faltas y saques de banda a campo contrario. Fruto de esas acciones el Lleida no sufrió demasiado para conservar una ventaja que le volvió a dar el liderato.

El estadio reúne a 4.520 espectadores

El Camp d’Esports vivió ayer su récord de asistencia de la temporada con 4.520 espectadores, superando por más de 1.500 la segunda mejor entrada que fue precisamente, la de la semana pasada. Las gradas cada vez se ven más coloridas y el público agradece el buen momento alentando a los suyos hasta el final. La situación deportiva del Lleida también se justifica gracias a la afición. De hecho, los jugadores han dicho en múltiples ocasiones que los buenos resultados también se han logrado con el empuje de las gradas.

El club presentó a sus 11 equipos de la base

Los once equipos que forman el fútbol base del Lleida Esportiu salieron al césped en el descanso para hacer la presentación oficial de la nueva temporada. Desde prebenjamines hasta juveniles fueron desfilando realizándose las respectivas fotos de equipo mientras recibían los aplausos de la grada. Al llegar la nueva directiva, estos se encontraron con seis equipos de futbol base. Actualmente ya son once los que componen la cantera. Un reflejo más de la progresión del club que intenta recuperar sus valores perdidos.

El exazulgrana Riqui Puig asistió al partido

El jugador de Matadepera Riqui Puig tampoco quiso perderse el partido en el Camp d’Esports donde estuvo en el palco. El mediocentro, que actualmente juega en Los Ángeles Galaxy de la MLS, goza de vacaciones debido a la eliminación de su equipo en el campeonato doméstico norteamericano. Es por eso que actualmente pasa sus dias libres en Catalunya con sus seres queridos. De hecho, el motivo de la visita de Riqui Puig a la capital del Segrià se debe a la amistad con algún jugador del Lleida Esportiu como Ton Ripoll.