LOS DETALLES
Festín en casa
El Lleida Esportiu suma una nueva victoria y se vuelve a situar colíder gracias el empate del Hércules en Terrassa
Chuli por partida doble, Montero y Soto fueron los artífices de un triunfo merecido con un juego divertido, que mantiene el pleno a domicilio
El Lleida Esportiu sigue con el pleno de victorias en casa tras vencer por 4-1 al Torrent, en un partido en el que los de Viadero mostraron un juego muy alegre y ofensivo, encontrando el premio del gol en cuatro ocasiones. Así, los azules se vuelven a situar líderes, por diferencia de goles empatados con el Hércules, que se dejó dos puntos en Terrassa (2-2). El duelo empezó con cambios en el sistema inicial planteado por Ángel Viadero. El técnico sentó al habitual titular Mateo para dar entrada a Antonio Romero. Lo cierto es que minuto tras minuto se demostró el acierto en alinear al jugador andaluz porque, para empezar, el primer gol nació de sus botas en el minuto 10. Romero controló el balón en tres cuartos de campo para poner un centro envenenado. Todo parecía indicar que el meta juvenil Leganés atajaría el esférico sin problemas, pero se le escapó el balón que tenía controlado con las manos. Allí Chuli fue el más listo, anticipándose a la correción del portero recibiendo un claro penalti. El onubense, que venía de acarrear sanción, engañó a la perfección a Leganés e inauguró el marcador cambiando por completo el guión inicial. (1-0). El mismo Chuli tuvo el segundo en la jugada posterior tras la no salida del portero a un balón largo, pero llegó demasiado forzado al remate y no pudo hacer gran cosa más que estrellar el balón en el cuerpo del arquero.
El Lleida no se agazapó con la ventaja y siguió buscando el segundo mientras el rival no podía llegar a la portería. El centro del campo del Lleida superaba las líneas rivales con Romero como director de orquesta. Fruto del acoso ofensivo, los azules iban generando saques de esquina y faltas peligrosas, que auguraban el segundo de la tarde antes de llegar al ecuador del primer tiempo. La profecía se cumplió en el 18 con un córner rematado a placer por Montero, que tras rebotar en la espalda de un defensor se coló cerca del poste haciendo imposible la estirada del portero Leganés. (2-0).
El Lleida mereció tener esa suerte porque el guión de la primera parte no se veía influenciado por los goles. Por eso los de Viadero salieron a por el tercero al ver que no sufría en defensa y podía atreverse en ataque. Muestra de ello fueron las bicicletas y túneles, con mucho éxito, de Neyder Lozano y Quadri Liameed, que recordaron a los mejores regateadores de este deporte.