Reacción incompleta del ICG Força Lleida

El ICG Força Lleida volvía ayer al Pisuerga, donde el año pasado le robaron una victoria que podía haber cambiado el signo del play off de cuartos y, como entonces, volvió a irse de vacío. Esta vez no fue por una canasta injusta ni por una acción punible en el último suspiro sino por deméritos suyos, especialmente en un final lamentable en el que unos cuantos errores imperdonables en momentos cruciales le acabaron condenando a la quinta derrota de la temporada (80-74) cuando tenía casi noqueado al Valladolid, que ahora se escapa con dos triunfos más.

Los de Gerard Encuentra, que siguen sin ganar lejos del Barris Nord, jugaron un buen primer cuarto, donde mantuvieron a raya al Valladolid, pero poco antes del descanso se dejaron ir y su rival les castigó para sacar una renta que a la postre acabaría siendo decisiva. A los tres minutos de juego los leridanos ya doblaban al cuadro vallisoletano (5-10) gracias a los triples de Hasbrouck y Brito, pero los locales no tardaron en equilibrar el tanteador con un Schmidt muy entonado (14-12).

La entrada de Krutwig por Kur Kuath, que había cometido su segunda falta, dio otro aire a los de Encuentra. El estadounidense, que venía de dar toda una exhibición en el Barris Nord, volvió a mover al equipo y con sus asistencias y su juego bajo canasta llevó al Força Lleida a dominar por cuatro puntos (14-18), que fueron cinco al final del primer cuarto (19-24).En el segundo la tenencia empezó a invertirse, si bien ambos equipos se fueron intercambiando en el mando del marcador hasta superado el ecuador del periodo. N’Guessan, con pasado en el Barris Nord, estaba haciendo mucho daño bajo el aro y Kovasevic empezaba a ametrallar desde más allá de los 6,75, aunque Krutwig y Varela lograban equilibrar la balanza (32-34, m.16) con una buena sociedad.

El rebote era claramente vallisoletano (26 a 16), y lo fue durante todo el partido (43 a 26), lo que impedía al ICG Lleida imponer su juego de transición y salir veloz al contragolpe. Con 35-34 en el marcador, tras el tercer triple de Kovacevic, los leridanos se desconectaron por completo. Cinco puntos seguidos de Jaime Fernández (40-34) obligaron a Encuentra a pedir tiempo muerto y, pese a que Krutwig recortó distancias con un 2+1 (40-37), un 6-0 final dio la máxima renta al Valladolid al descanso (46-37).

La situación empeoró con una mala salida de tercer cuarto que permitió al Valladolid alcanzar una máxima renta de 15 puntos (57-42, m.26), con Schmidt haciendo estragos con sus penetraciones. Y cuando parecía que el partido iba a romperse, salió Brito al rescate y con dos triples seguidos, unidos a otro de Varela, el Força Lleida regresó a la batalla (57-51). Pese a desperdiciar los leridanos hasta cuatro ataques, el luso aún sembró más dudas en el bando rival con una canasta en contraataque que obligó a Paco García a parar el partido. 

A la salida del tiempo muerto Villar, con un espectacular mate también al contragolpe, elevó el parcial a 0-13, que situaba la desventaja en solo dos puntos (57-55). Pero a los de Gerard Encuentra les faltó oficio y un 4-0 final dio cierto aire a los vallisoletanos, que en el arranque del último asalto recuperaron nueve puntos de renta (66-57). Parecía que el golpe podía ser ya definitivo, pero el equipo volvió a creer, se levantó y con un parcial de 2-10, con Villar a los mandos, se situó a solo un punto (67-68, m.35) con todo un mundo aún por jugarse. Pero la remontada se quedó ahí.

La precipitación, la falta de acierto y algunas pérdidas inverosímiles en momentos decisivos, como exceder los cinco segundos en el saque de banda o recibir un pase estando fuera de la pista le acabaron por condenar a una derrota que por momentos no mereció, pero que acabó encajando más por deméritos propios que méritos de un Valladolid que sufrió de lo lindo para lograr la victoria, la quinta de la temporada que deja en tres a los de Gerard Encuentra, que continúan sin saber lo que es ganar lejos del Barris Nord.