Una de cada 5 futbolistas de élite, con otro trabajo

Una encuesta del sindicato internacional de futbolistas FIFPRO entre jugadoras que participaron en el Mundial 2023 desvela que la mayoría no tuvo el tiempo suficiente para prepararlo, ni el descanso necesario tras el mismo y tampoco una compensación adecuada, por lo que una de cada cinco tiene un segundo empleo.

Un total de 260 jugadoras de 26 selecciones de las 32 participantes en el último Mundial de Australia y Nueva Zelanda participaron en el muestreo, que según FIFPRO demuestra la necesidad de mejoras en aspectos como el calendario de partidos, la asistencia médica y la compensación. Según los datos hechos públicos por el sindicato, un 53% de las jugadoras respondió que no tuvo tiempo de descanso suficiente antes de su primer partido en el Mundial y dos tercios de ellas consideraron que no estaban en su mejor momento físico al comienzo del torneo por falta de preparación.Tampoco las encuestadas estimaron haber tenido un tiempo de descanso adecuado al término del Mundial. El 60% opinó que este fue insuficiente y el 86% afirmó haber tenido menos de dos semanas para descansar antes de reincorporarse a su club. FIFPRO recordó que sus directrices recomiendan un descanso fuera de temporada de cuatro semanas, con un periodo de reentrenamiento de seis.FIFPRO subrayó que pese a las cifras récord de audiencia televisiva y de asistencia a los partidos del Mundial, muchas jugadoras carecen todavía de la compensación económica adecuada. Una de cada tres gana menos de 30.000 dólares al año con el fútbol y una de cada cinco complementa sus ingresos con un segundo empleo.El salario anual citado por las futbolistas incluye los ingresos por su participación en la selección nacional y en sus clubes, pero no el mínimo del 30% de la cuantía del premio del Mundial, que garantizaba a cada una al menos 30.000 dólares.FIFPRO recordó que también negoció la igualdad de condiciones en todos los ámbitos, desde el transporte al alojamiento y el tamaño de la delegación, y la encuesta mostró que el 94% de las futbolistas viajó en clase preferente al Mundial, aunque ese porcentaje descendió al 80 en el regreso. El 10% de las jugadoras no fue sometido a examen médico previo al torneo y un 22% no fue sometido a un electrocardiograma, pruebas establecidas en el reglamento del torneo de la FIFA. Un 60% afirmó carecer de apoyo a la salud mental.Las respuestas indican que aunque el tamaño de las delegaciones en el Mundial se amplió a 50, algunas jugadoras expresaron sus inquietudes sobre el estándar del personal técnico en su selección e incluso hay una petición para que se investigue la cualificación del equipo de una federación.