El Lleida Esportiu, imbatible en casa

El Lleida Esportiu sigue mostrando su mejor versión en el Camp d’Esports y ayer, ante el Cerdanyola (3-0), sumó su décimo triunfo en casa –ocho esta temporada– en el último partido del año como local. En un partido plácido y encarrilado gracias a los goles de Chuli y Montero, por partida doble, el conjunto azul certificó su liderato en solitario.

El duelo empezó como se esperaba. El Lleida intentaba hacer daño a la defensa rival con balones a la banda, buscando la profundidad de sus carrileros. Los primeros diez minutos fueron de posesión azul aunque sin ocasiones para ninguno de los dos equipos. A la que el equipo leridano empezó a sentir el fragor de los casi 4.000 espectadores llegó el peligro. Al cuarto de hora, precisamente un carrilero como Cortijo recibió un centro pasado y, tras recortar hacia dentro, disparó al cuerpo del meta. 

Los primeros compases auguraban faena para el portero visitante. El Lleida siguió a lo suyo, esperando paciente el momento para hacer daño a un Cerdanyola que, cauto con el peligro por bandas, dejó espacios en el medio y estos fueron aprovechados por los atacantes azules, que no estuvieron acertados en las últimas decisiones. Se sobrepasó el ecuador del primer tiempo con el Lleida muy cómodo, sobre todo porque no recibía ocasiones en contra.

El premio a la insistencia y a la paciencia llegó cuando menos lo parecía, en el minuto 38. Un rechace que se perdía por línea de fondo fue perseguido por Cortijo, que, con fe y su poderío físico, llegó a salvar el balón y lo convirtió en un centro a Chuli. El delantero puso perfectamente la punta de la bota para anticiparse al primer palo al portero y estrenar el marcador (1-0). Los locales habían hecho lo más difícil y tenían el partido en sus manos ante la poca propuesta ofensiva de su rival.

El segundo tiempo empezó bastante pausado, el Lleida se lo pensaba dos veces a la hora de sumar efectivos en ataque. En el otro lado, el Cerdanyola no cambió su cara de la primera parte: todas sus esperanzas eran balones largos a Boris Garrós, que eran neutralizados a la perfección por la defensa local. 

El encuentro volvió a ganar en dinamismo a la hora de partido y fue porque el Lleida quiso. Los carrileros volvieron a encontrar espacios y a ser verticales. En una incursión por banda derecha Ton Ripoll forzó un córner y en el servicio de este, en el minuto 62, Montero remató a la perfección des del punto de penalti ajustando un cabezazo imposible para el portero (2-0). La última media hora fue plácida. 

El conjunto local veía como su rival seguía sin crear peligro pero, fruto del resultado y del desgaste, iba dejando más espacios atrás. El Lleida, que estaba en estado de gracia, no tardó en aprovecharlos justo cuatro minutos después del 2-0, en el 66. Ton Ripoll encontró una autovía por la banda derecha y, bien acompañado por los hombres de ataque, sirvió el balón a media altura a Montero, que remató con el interior una volea que terminó en la escuadra (3-0). 

El Lleida se sentía ganador del partido y empezó a bajar las pulsaciones con el dominio del balón en campo contrario. Mientras tanto, el Cerdanyola seguía sin incomodar a Iñaki. Todo el peligro visitante fue un centro-chut del lateral Escoruela que dio en la parte superior del travesaño. El Lleida tuvo el cuarto a falta de 10 minutos con un tiro des de fuera del área de Romero que se estrelló en el poste.

Tercera mejor entrada de la temporada

El Camp d’Esports firmó la tercera mejor entrada, con 3.924 espectadores que no pararon de animar a los suyos. El partido de ayer solo fue superado por los 3.974 de hace dos semanas contra el Andratx y los 4.520 ante el Espanyol B, el 29 de Octubre.

Lluvia de peluches solidaria en el descanso

El club se unió a la iniciativa del lanzamiento de peluches promovida por la Creu Roja Joventut, con el objetivo de que los niños más necesitados no se queden sin juguete por Navidad. Con la recogida en el descanso, el club llenó 13 sacos con peluches.

Fin a la racha positiva del Cerdanyola

El Lleida con su triunfo, rompió la racha del Cerdanyola de siete partidos sin perder. Pero no queda ahí la cosa, los azules también rompieron la racha del portero Álex Sánchez que llevaba cuatro partidos sin encajar y superó los 400 minutos hasta el gol de Chuli.