INSTALACIONES POLÍTICA DEPORTIVA
Un pabellón decrépito
Quejas de usuarios y clubes por el deterioro que acumula desde hace años el Agnès Gregori
El PP exige una “solución inmediata” por “falta de salubridad”
Una vista del estado de los vestuarios.
El pabellón municipal Agnès Gregori de Balàfia acumula desde hace años un gran deterioro tanto en su interior como en su entorno. Una degradación que ha comportado que tanto usuarios como clubes critiquen el estado en el que se encuentra uno de los equipamientos más importantes de Balàfia. Esta instalación, inaugurada en 2010 para ser la ciudad deportiva del CE Lleida Basquetbol SAD, ha pasado por toda clase de vicisitudes, hasta el punto de ser cerrado una semana por inseguro en 2018 al desprenderse una parte del revestimiento interior de la cubierta. Un año antes tuvieron que acometerse unas reparaciones de urgencia, sobre todo en la zona del parquet y de la moqueta que recubre las paredes, que estaban muy deterioradas por el efecto de la humedad y de las goteras que, desde hace mucho tiempo, eran una constante en el recinto. Luego, en 2019, la Paeria trasladó a este pabellón el albergue de temporeros al saturarse el de L’Antorxa.
En el Agnès Gregori, que llegó a ser una de las sedes de un Estatal de baloncesto, entrenan equipos de base de este deporte y también alguno de balonmano.A estas críticas por su decrépito estado se unió el líder del PP y de la oposición en Lleida, Xavi Palau, quien señaló a la concejalía de Deportes como la responsable de esta dejadez. “Es una prórroga de la mala gestión del anterior equipo de gobierno de Pueyo. Denuncio el abandono de esta instalación que presenta problemas de salubridad y una falta de higiene indignos para la práctica del deporte y más teniendo en cuenta que la utilizan niños y niñas. Si no se toma una solución inmediata, exigiremos responsabilidades políticas al señor Jackson Quiñónez”, dijo Palau.La Paeria firmó en octubre pasado la adquisición del 100% del derecho de superficie de la finca del pabellón. Un hecho que comportó que el consistorio logre la titularidad plena de esta instalación que, hasta entonces, había sido propiedad de CaixaBank Equipment Finance SAU. La adquisición se cerró comportando el pago de 101.943,42 euros por parte del ayuntamiento, ya que era una de las condiciones que fijaba el convenio que firmaron en el año 2008 el propio consistorio y la Diputación con la entidad bancaria a cambio de que esta financiara la construcción del pabellón.
