LLEIDA
Lleida, en el Top Mundial
El Pirineo, un referente en la organización de pruebas de esquí de montaña y freeride
El Mundial de Boí Taüll y el paralímpico de Espot tuvieron un impacto en el territorio de más de 1,5 millones
El Pirineo leridano está viviendo, a pesar de la falta de precipitaciones y la sequía, los mejores años de su historia a nivel deportivo, acogiendo competiciones del más alto nivel que han situado a Lleida en el mapa internacional de los deportes de nieve. Además, las licencias federativas están repuntando y se acercan ya a las cifras prepandemia.
Lleida se ha situado en los últimos años a la cabeza mundial en cuanto a la organización de grandes competiciones relacionadas con la nieve y la alta montaña, principalmente en la Vall de Boí y Aran, dos comarcas que ya en verano acogen eventos multitudinarios de skyrunning que son también una referencia mundial. Desde 2022, las estaciones de Boí Taüll y Baqueira Beret han apostado fuerte en el plano deportivo para convertirse en referentes internacionales en esquí de montaña y freeride, respectivamente.
La estación de la Alta Ribagorça que gestiona Ferrocarrils de la Generalitat ha acogido en solo tres años las tres competiciones más relevantes del panorama mundial de esta disciplina, que por primera vez en la historia será olímpica en los próximos Juegos de Milano-Cortina d’Ampezzo 2026. En 2022 albergó el Campeonato de Europa, el año pasado tocó el cénit con el Mundial y hace solo unas semana fue escenario de la segunda prueba puntuable para el calendario de la Copa del Mundo.El impacto económico de estas pruebas en la Vall de Boí ha sido tremendo, como lo demuestran las cifras facilitadas por Ferrocarrils respecto al Mundial de esquí de montaña del año pasado. Los ingresos fueron pocos, 69.565 euros, respecto a los gastos que supuso la organización del campeonato, cifrados en 420.918 euros, pero su impacto en el territorio, según un estudio, fue de 1.587.000 euros, con una valoración de impacto en la prensa de 2,4 millones. Ahora desde FGC se está negociando con la Federación Internacional (ISMF) alargar la colaboración y seguir formando parte del calendario de la Copa del Mundo el año que viene.En cuanto al Freeride World Tour, el campeonato por excelencia de esta modalidad de esquí fuera pistas, que desde hace un par de años ya forma parte de la Federación Internacional de Esquí, su impacto en la Val d’Aran también ha sido muy grande en estos tres últimos años en los que ha formado parte del calendario, si bien este año la prueba tuvo que suspenderse porque la nieve en la cima del Baciver no estaba lo suficientemente asentada debido a la falta de precipitaciones y conllevaba un riesgo enorme para los participantes a causa de los aludes. El evento comenzó en 2022 y este año ha completado el convenio de tres años que firmaron Baqueira Beret y la organización del FWT, que ahora volverán a sentarse para renovar la vinculación. Según datos del propio FWT, la edición de 2023 supuso un impacto económico en prensa, tanto nacional como internacional, de casi 7 millones de euros, en un evento cuyo presupuesto anual ronda los 400.000 euros. Las dos ediciones disputadas en 2022 y 2023 lograron una asistencia de público de unos 5.000 espectadores.Otra de las grandes citas internacionales que recaló el año pasado en Lleida fue el Mundial adaptado de esquí alpino, que se disputó en Espot, estación gestionada también por FGC. En cuanto a números, la prueba tuvo unos gastos de 715.139 euros y unos ingresos de 512.744, con un impacto económico en el Pallars Sobirà de 1.632.000 euros, según cifras facilitadas por Ferrocarrils.Si a nivel de organización de pruebas Lleida están en un momento álgido, en cuanto a deportistas federados también atraviesa un momento dulce, tanto en cantidad como en calidad. Después del bajón que provocó la pandemia de la Covid, con una reducción de más del 30 por ciento de las licencias, la temporada pasada prácticamente se cerró con números prepandemia, superando de nuevo el millar de federados.
La estación de Boí Taüll acogió en 2022 el Europeo, en 2023 el Mundial y este año la Copa del Mundo Ferrocarrils de la Generalitat y Baqueira negocian seguir con sus pruebas varios años más
En el apartado meramente lúdico, las estaciones leridanas de alpino vivieron la pasada temporada 2022-2023 la mejor de los últimos 20 años, con casi 1,5 millones de forfaits vendidos, aunque actualmente, con la falta de precipitaciones, las cifras han bajado.
Tecnificación en La Seu y Aran
La demarcación de Lleida cuenta desde hace años con dos núcleos de tecnificación donde se forman las futuras promesas del esquí, uno centralizado en La Seu d’Urgell, especializado en fondo y montaña, y otro en la Val d’Aran, que abarca diferentes disciplinas de nieve.
Ubicado en el Parc Olímpic del Segre, donde también tiene su sede de operaciones el centro estatal de piragüismo en aguas bravas, diez esquiadores de fondo y siete de montaña están concentrados durante la temporada y son la base de las selecciones españolas de las categorías inferiores. El centro de tecnificación de fondo tiene mayoría de leridanos, ya sean de nacimiento o pertenecientes a clubes de la provincia. En el grupo de U18 están los araneses Naia González y Pablo Moreno, ambos del CAEI, el igualadino del Club Cerdanya Nòrdic de Bellver Guim Gabarró, y tres esquiadores del CENA de Tuixent, Núria Ruiz, de Montellà i Martinet; Pau Molins, de Sant Llorenç de Morunys, y la manresana Berta Guitart. En U16 figuran otros tres miembros del CENA, Marçal Gabarró, de La Seu d’Urgell; Bernat Cadena, de Montferrer, y la barcelonesa Jana Sánchez, además del gerundense del Cerdanya Nòrdic Joana Puig.En cuanto al centro de esquí de montaña, dirigido por Aribau Portillo, está integrado por siete miembros, si bien solo dos son de Lleida, concretamente Aina Garreta, de La Pobla de Segur, y Laia Sellés, de Lles de Cerdanya, campeona de Europa y del Mundo U18. Todos ellos compaginan el entrenamiento semanal con sus estudios en el Institut Joan Brudrieu de La Seu, donde siguen un plan especial, de tal manera que algunas tardes compensan su no asistencia con clases particulares en el albergue La Valira, donde están todos alojados.En Aran funcionan dos centros, uno de carácter autonómico de esquí alpino para las categorías U16 y U18, con 19 esquiadores, entre ellos tres araneses, Marc Ubeira, Ares Figueruelo y Lluc de Castellarnau, los tres del CAEI, y otro de ámbito local de categoría infantil, el Centro de Tecnificación de Deportes de Invierno de la Val d’Aran (CETEI), dirigido por Aida Castellà, gestionado e impulsado con fondos del Conselh Generau d’Aran en colaboración con ocho clubes de la demarcación aranesa. Este último cuenta esta temporada con 42 jóvenes, un 60 por ciento de ellos de la Val, de hasta siete disciplinas: alpino, fondo, freeride, freestyle, snowboard y patinaje sobre hielo.