FÚTBOL RACISMO
El portero que fue víctima de racismo ve 'injusta' una sanción
Sarr afirma que el árbitro no le preguntó qué había pasado
El portero del Rayo Majadahonda Cheikh Sarr recordó los “horribles” insultos racistas que “no podía aguantar” y que recibió desde la grada durante el partido ante el Sestao River el pasado fin de semana. En su primera comparecencia pública tras el incidente racista del que fue víctima dijo que “estoy agradecido a todo el mundo y muy orgulloso de todos. Gracias a todos los que me han apoyado, los aficionados, a mi equipo, mis compañeros, y todo el mundo, a mi familia”, dijo el guardameta.
Explicó que varios aficionados, cuando bajaron a la primera fila de la grada detrás de su portería, le gritaron “puto negro, negro de mierda”. “No es la primera vez que me pasa, aunque esta vez no era como una broma, fue algo horrible, algo que no podía aguantar, una tristeza, algo muy feo. Creo que es el momento para que España demuestre que no es un país racista”, expresó.“Mi intención era ir con tranquilidad, para preguntarle por qué me insultaba, no fue agresivo. Le iba a preguntar si era padre, si tenía familia, era una persona mayor, y los adultos son los primeros que tienen que dar ejemplo y no actuar así”, dijo sobre su reacción, al encararse con un aficionado al que agarró por el pecho.Sarr pidió disculpas: “no fue normal, estaba caliente, y pido disculpas a mi equipo y a todo el mundo. No reaccionaré así si me vuelve a pasar. Me sirve de aprendizaje”. Sobre una posible sanción dijo que “sería injusta, estoy jodido, que sancionen a la víctima no lo veo normal”, valoró. “Me sacó tarjeta roja sin preguntar cómo fueron las cosas, por eso fui después al vestuario a preguntarle con todo el respeto, para saber por qué la tarjeta roja”, relató. El jugador, de 23 años, admitió que está recibieno ayuda psicológica.