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Batalla campal en un partido de cadetes en Lleida: hay denunciados por agresión

Por dos futbolistas locales, son 9 jugadores visitantes y un padre, que también fue agredido

Montse Vall mostra els informes mèdics i les dos denúncies.

Montse Vall muestra los partes médicos y las dos denuncias.

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El fútbol base leridano vivió este domingo otro lamentable episodio de violencia en un terreno de juego, esta vez en el partido de la Primera división cadete entre el Artesa de Segre 2012 Club Esportiu y la UE Bordeta, disputado en el campo del primero y que tuvo que ser suspendido en el minuto 74, con victoria momentánea del cuadro visitante por 0-2, por agresiones entre jugadores de ambos bandos y que acabó en una tangana entre aficionados y familiares que requirió de la presencia de la fuerza pública. 

De momento la madre de un jugador local ha presentado dos denuncias ante los Mossos d’Esquadra por agresiones contra nueve jugadores del Bordeta y el padre de uno de ellos.

El detonante de los incidentes fue, al parecer, la agresión de un jugador del Bordeta al potero local, quien reaccionó persiguiendo a su agresor hasta que le dio alcance cerca del banquillo visitante, del que, según explicó ayer la madre del guardameta, Montse Vall, saltaron todos sus ocupantes y patearon a su hijo cuando estaba en el suelo. “Le dieron patadas por todo el cuerpo que le dejaron casi inconsciente. Fue tan bestia la paliza que hasta la madre de uno de los jugadores visitantes vino a pedirme perdón porque el susto fue muy grande”, afirmó. 

Esta situación provocó que varios aficionados del Artesa, entre ellos el hermano del portero e integrante del juvenil del club, saltaran al campo, al igual que algunos padres del Bordeta, produciéndose una monumental tangana, con agresiones por parte de ambos bandos. Los jugadores del Bordeta tuvieron que encerrarse en el vestuario, donde permanecieron durante más de media hora hasta la llegada de los Mossos d’Esquadra, que acudieron al campo con cinco patrullas. “Había unas 50 personas fuera esperándonos que no paraban de insultarnos y amenazarnos. Tuve que esquivar agresiones por todas partes”, explica el vicepresidente del Bordeta Xavi Girol.

Montse Vall confirmó a este diario que después del partido y de acudir a un centro asistencial para que atendieran a sus dos hijos de las lesiones, presentó ante los Mossos de Ponts sendas denuncias, una contra nueve jugadores del Bordeta y otra contra el padre de uno de ellos, Joan Puig, que es el alcalde de Peramola, el cual también fue agredido y acabó con la nariz ensangrentada. “Fuimos a proteger a nuestros hijos. Me rodearon 20 personas y solo me defendí de las agresiones que estaba sufriendo”, dijo Puig, que en principio no tiene intención de denunciar ante los Mossos.

La Escola de Futbol Urgell creará un protocolo para evitar incidentes

La Escola de Futbol Urgell anunció ayer, en un comunicado oficial, que en los próximos días confeccionará “un protocolo de actuación interna para situaciones de riesgo de incidentes en acontecimientos deportivos” y defendió que siempre se ha caracterizado por “la promoción de los valores del deporte que es necesario inculcar” a cuantos lo practican. 

En este comunicado niegan que se mostrara ninguna navaja el pasado sábado durante el partido de categoría cadete entre la EF Urgell y el Inter Recasens (1-3). Desde el equipo visitante se alertó a los Mossos de que, supuestamente, un aficionado local hubiera mostrado una. La policía autonómica se presentó en el terreno de juego y tras registrar al supuesto portador de la misma, no encontró ninguna navaja, tal como publicó este diario el domingo recogiendo la versión del club local, que negó en todo momento la presencia de una navaja.

En su comunicado dice que “había una persona que llevaba un juego de llaves colgado de la cintura, lo que podría haber motivado la confusión”. Al final del partido hubo incidentes, de los que la EF Urgell responsabiliza al equipo visitante porque “la actitud” de técnicos y jugadores “fue de constante provocación hacia la grada local” y les acusa de “insultos racistas” a uno de sus jugadores. Ambos aspectos los negó ayer el Inter Recasens.El EF Urgell “condena todo tipo de violencia”, afirma que procederá a “tomar las medidas necesarias” para que no se repita y hace un alegato a favor del respeto en el deporte.

Los dos clubes califican los hechos de “vergonzosos”

El Artesa de Segre 2012 CE y la UE Bordeta condenaron ayer los hechos, que calificaron de “vergonzosos” y “lamentables” en un partido formativo. Bartolomé Ayora, presidente del club del Segrià, aseguró que “tomaremos medidas. El lunes ya lo hablamos con el equipo y esto no se puede dejar pasar”.Por su parte, Arnau Jou, coordinador del Artesa, dijo que “esto no puede quedar impune y hay que depurar responsabilidades”, al tiempo que reconoció que “la reacción de nuestra afición fue equivocada, no se puede volver a repetir”.

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