Nueva cita con la historia

El Vila-sana vuelve a citarse hoy con la historia y afronta en La Coruña su segunda presencia consecutiva en la Final Four de la WSE Champions League, la máxima competición continental de hockey sobre patines. El objetivo es superar el resultado del año pasado en Lisboa, cuando quedó subcampeón de Europa tras perder la final ante el Telecable Gijón. En esta ocasión ya se ha cobrado la revancha con las asturianas, a las que eliminaron en la ronda de cuartos de final, privándolas de defender el título. Pero las rivales a las que tiene que superar para conseguir el primer título de su historia son también muy fuertes. Hoy deben dar el primer paso. Se enfrentan en las semifinales al Palau de Plegamans (17.00), líder destacado de la OK Liga. El segundo billete para la final de mañana se lo disputan, a las 19.30, el Fraga que entrena el leridano Jordi Capdevila y el anfitrión, el Coruña, que cuenta con la leridana Mar Franci en sus filas.

“Llegar aquí tiene mucho mérito pero queremos un poco más”, explicaba el técnico del Vila-sana Lluís Rodero, quien añadió que “realmente creemos que hemos tenido que dar unos pasos muy complicados e importantes para llegar y ahora no nos podemos quedar aquí. Tenemos que darlo todo en la semifinal para llegar a la final e intentar volver con nuestro objetivo (ganar un título), que tarde o temprano tiene que llegar”, dijo.Rodero, pese a la decepción de la semana anterior en la Copa, en la que cayeron en semifinales por penaltis ante el Gijón, ve al equipo animado. “Llegamos con muchas ganas después de una semana con mucha pausa y mucho descanso para recuperarnos de la semana anterior y vamos con toda la ilusión para afrontar el partido ante el Palau y cuidar los detalles”.Añadió que “veo a las jugadoras mentalizadas, nos tenemos que adaptar a la pista de parquet, que es un hándicap importante, también el viaje.. pero hemos trabajado estos días en todos los aspectos y esperamos que lleguen convencidas de lo que tienen que hacer”. En este sentido, el equipo hizo su último entrenamiento el jueves en el Onze de Setembre de Lleida, para que las jugadoras hicieran un primer trabajo de adaptación a la superficie de parquet.Tanto Vila-sana como Palau de Plegamans se conocen bien, pero Rodero admitió que la Champions es un torneo diferente. “Sobre todo es un torneo en el que esperamos que los árbitros sean diferentes. El Palau es un equipazo, pero igual que lo somos nosotras y yo creo que la diferencia estará en los detalles y la concentración, sobre todo en el inicio del partido”.La expedición tenía previsto partir ayer a última hora de la tarde en un vuelo desde Barcelona y llegar entrada la noche.