LLEIDA
El Lleida-Yeclano queda suspendido en el tiempo añadido por el impacto de una botella lanzada desde la grada al delegado del equipo visitante
El equipo murciano frustró a todo el Camp d'Esports y se llevó una renta para la vuelta que pudo incluso ser mayor
El Lleida-Yeclano quedó ayer suspendido en el quinto minuto del tiempo añadido después de que una botella de plástico lanzada desde la grada impactara en el delegado del equipo murciano en el minuto 92, cuando el marcador reflejaba un 0-1. Después de momentos de discusión sobre el césped entre miembros del Yeclano y los cuerpos de seguridad, en los que el público lanzó algún objeto más, el árbitro envió a vestuarios a los equipos y tras casi una hora de suspensión temporal, decidió poner fin de forma definitiva al partido una vez consultada la opinión de ambos clubes –el Lleida propuso seguir; el Yeclano no quería– y ahora la resolución del partido queda a expensas de lo que decida el comité de competición.
En un partido sin ritmo y en el que el Yeclano firmaba el empate desde el arranque, con constantes pérdidas de tiempo, el Lleida cayó preso de su propia frustración y, cuando ya perdía por un gol de Gabri, acabó siendo víctima de la frustación del Camp d’Esports, convirtiendo otra derrota decepcionante en una jornada esperpéntica.
Ambos equipos tenían claro cuál era su papel en el partido, el Lleida debía asumir la responsabilidad de dominar la posesión, mientras que el plan del Yeclano pasaba por que el partido no tuviera continuidad. El conjunto murciano fue quien le sacó más redito a su plan en el tramo inicial, más aún porque el Lleida acumuló pérdidas e imprecisiones en la salida de balón, que permitían que el rival no sufriese para defender 0-0 que desde el minuto uno firmaba como satisfactorio.
En cada falta o interrupción, el Yeclano se dedicaba a perder tiempo sin ningunas ganas de disimular y con toda la intención de poner nervioso al Lleida, cuyos primeros 25 minutos fueron muy malos.
Cuando el conjunto azul pudo instalarse en campo rival con un par de posesiones largas, encontró la manera de generar ocasiones y tuvo la primera en un córner que Montero, muy forzado, remató fuera.
La réplica murciana fue inmediata en una acción individual de Serpeta, que se deshizo de la defensa local con facilidad pero se acabó topando con un Iñaki que minutos antes ya le había rechazado un disparo.
El conjunto leridano se animó y, en cinco minutos, tuvo tres llegadas de mucho peligro. Bakero envió un balón al larguero, aunque la acción estaba invalidada por falta, y después definió un contragolpe con un disparo con rosca que salió rozando el palo, poco después de que Becerra tampoco acertara al rematar un centro.
Cuando parecía que el Lleida podía acabar la primera parte con comodidad, el visitante Naranjo remató un centro tenso, que obligó a Iñaki a sacar una mano salvadora para mandar el partido empatado al descanso.
El inicio de la segunda parte tampoco era esperanzador para los intereses azules y, nada más arrancar, Viadero dio entrada a Chuli, Agüero y Campins. Su entrada no cambió el guion y el Lleida siguió atascado, al contrario que un Yeclano que se acercaba poco pero con peligro. De hecho, Iñaki tuvo que hacer dos paradas salvadoras consecutivas, primero para sacar otro tiro de Serpeta en un contragolpe y, en el córner posterior, despejar un remate a bocajarro (59’).
Sin embargo, no pudo hacer nada en una falta lateral que acabó rematada, en el segundo palo y sin oposición, por el capitán Gabri para anotar (0-1).
Con el gol en contra, el Lleida tiró de empuje, ante un Yeclano para el que el balón en juego era poco menos que un estorbo. La primera ocasión clara fue para Chuli, que envió un cabezazo al palo justo cuando se entraba en un añadido que debía alcanzar los 10 minutos pero que no superó los dos hasta que se produjo el lanzamiento de objetos. Tras unos momentos de mucha tensión en los que el entrenador visitante se encaró con un agente de los Mossos d’Esquadra, el árbitro decretó la suspensión del partido.
El árbitro suspendió el partido al no “acreditarse la seguridad”
En el acta, el árbitro Manuel Ramírez Marco explicó que, después de mantener conversaciones con ambos equipos y los cuerpos de seguridad, procedió a “decretar la suspensión definitiva porque no se acredita la seguridad para todos los intervinientes”. Según su redactado, el Yeclano se negó a reanudar el partido porque “tenían miedo de volver al campo”, mientras que el Lleida tenía la intención de continuar y los Mossos ofrecieron la posibilidad de perimetrar el terreno de juego con agentes, pero según él, dijeron que era imposible desalojar las gradas, por lo que no podían “ofrecer una garantía total de seguridad”. Además, confirmó que lo que provocó la suspensión fue el impacto “de una botella con tapón” en el delegado visitante y que “durante un primer intento abortado para entrar a vestuarios se volvieron a lanzar objetos y el visitante Algisí recibió el impacto de un mechero cuando el Yeclano se retiró hacia los vestuarios”.