Alcaraz se corona en París

Carlos Alcaraz consiguió ayer su primera corona en Roland Garros y su tercer Grand Slam, tras remontar en la final contra el alemán Alexander Zverev, a quien venció por 6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2 en 4 horas y 19 minutos. El tenista de 21 años, que gracias a esta victoria ascenderá al número 2 del mundo, se dejó caer sobre la tierra batida de la pista Philippe Chatrier antes de ascender a la grada donde estaba su equipo y su familia y abrazar a su abuelo, a sus padres y hermanos.

Alcaraz se convierte en el segundo vencedor de Roland Garros más joven, por detrás de Rafa Nadal, los dos únicos que han ganado el torneo antes de cumplir los 22. En el día de la región de Murcia, de la que es originario, Alcaraz se alzó con el torneo dos años después de que Nadal, su gran ídolo, levantara el último de sus catorce.Al contrario que Zverev, que cuatro años después de haber perdido en Estados Unidos la final contra el austriaco Dominic Thiem, volvió a desperdiciar una ventaja para anotarse su primer Grand Slam. A sus 27 años, le faltó algo de aliento para imponerse en la final y rematar su extraordinaria racha de doce victorias consecutivas que inició en el pasado torneo de Roma, donde sumó su sexto Masters 1.000.El combate prometía ser de alta intensidad, porque las previsiones no se inclinaban de forma clara por ninguno. Muy claro lo tenía Alcaraz, que llegaba de una batalla sin piedad contra Jannik Sinner, el virtual número 1 del mundo, de la que salió victorioso por fe y constancia y que no parecía querer otro sufrimiento. El duelo comenzó con los dos aspirantes intercambiándose roturas de saque de salida, pero el juego del murciano fue ganando en volumen y variedad.Con eso consiguió arrancar hasta tres saques a Zverev en el primer set, una gesta si se tiene en cuenta que en todo el torneo había dejado escapar 14 (6-3).Ajustó cosas el germano para el segundo asalto, en el que el murciano tuvo la desconexión que siempre sufre en los partidos importantes. Zverev estaba más atento, dominaba más los intercambios apoyado en un 83% de primeros servicios, un tormento para Alcaraz, que, en el filo de la navaja, empezó a fallar más. El duelo tomó otra dimensión, con el español a la deriva, obligado a dar un toque de timón tras el 2-6 del segundo set. Incrementó la presión Alcaraz, varió el juego y se colocó 5-2 con servicio a favor para hacerse con la tercera manga.Pero le tembló el pulso en el momento clave y acabó perdiendo el tercer set (5-7). La reacción fue inmediata. Alcaraz recuperó su potencia, sorprendió al alemán, que, cuando se quiso dar cuenta, había cedido cuatro juegos y encaminó el partido al quinto set (6-1).El factor físico empezó a jugar su papel y el alemán, que había llegado a la final con 19 horas y media de tenis en las pistas, el máximo tiempo necesitado por un tenista para alcanzar la final desde que hay datos, lo pagó con la derrota. Alcaraz rompió el servicio de Zverev en el tercer juego y el partido entró en el terreno de la agonía. Al murciano le costaba defender su servicio, pero el alemán empezaba a descarrilar y acabó cediendo el trono parisino al murciano por 6-2.“Ha sido un gran viaje, desde el primer día hasta el último”, afirmó Alcaraz. “Cuando era joven miraba este torneo en la tele y soñaba con levantarlo algún día delante de vosotros. Es un sueño hecho realidad”, agregó. Por su parte, Rafa Nadal felicitó al murciano nada más terminar la final por una “inmensa victoria”. “Estoy muy contento por tu victoria”, añadió en su mensaje en X.