CICLISMO TOUR DE FRANCIA
Otro golpe de Pogacar
El maillot amarillo despejó las dudas con una victoria en la primera etapa de los Pirineos que consolida su liderato
Vingegaard está ahora a 1:57 minutos
Con una demostración marca de la casa, atacando de lejos, el esloveno Tadej Pogacar (UAE) irrumpió en los Pirineos con un golpe en solitario que le dio la victoria en la decimocuarta etapa del Tour de Francia, disputada entre Pau y Saint-Lary Soulan-Pla D’Adet, de 151,0 km, en la que reforzó el maillot amarillo ante el danés Jonas Vingegaard, su enemigo número 1. Otra demostración de Pogacar (Klenec, 25 años) en la primera gran cita de alta montaña. Ganó la etapa del Galibier y se llevó la del Tourmalet, la número 13 de su cuenta en el Tour. Triunfo en solitario, dando otro golpe encima de la mesa, que solo contestó, algo lejos, a 39 segundos en meta, el danés Jonas Vingegaard, que ahora es segundo a 1.57 minutos.
El primer ascenso del día era “su majestad el Tourmalet” (Especial, 19 km al 7,4), la montaña de las montañas del Tour, coronada por primera vez en 1910, el primer gran puerto y más transitado en la historia de la “grande boucle”, 87 veces. Una sorpresa esperaba al ciclismo español en la presente edición. Oier Lazkano (Movistar) se apuntó a la historia del Tourmalet coronando en solitario la mítica cima. El vitoriano, titular en las escapadas, se metió en la fuga inicial y a falta de 500 metros del alto respondió a un ataque del francés Gaudu para irrumpir en solitario en el palmarés de la mítica montaña.En el descenso se mantuvo la escapada, que empezó a desintegrarse a pie de Pla D’Adet. El grupo del líder acechaba a poco más de 1 minuto. A 8 km de meta el UAE desplegó su estrategia. Atacó Adam Yates, séptimo en la general para obligar a desgastar sus peones al Visma y Soudal de Vingegaard y Evenepoel, o tal vez para un ataque posterior de Pogacar que le permitiera enlazar con el británico y volar ambos hasta la cima.La segunda posibilidad fue la buena. Pogacar atacó a 5 km de la cima, atrapó a Healy, último superviviente de la fuga del día, y a Yates. Y ya no miró atrás. Sálvese quien pueda. Vingegaard, siempre frío, sin perder los estribos, se puso a perseguir, a su ritmo. Los demás, Evenepoel, Rodríguez y compañía nadaban como podían con una corriente muy adversa. El líder devoró la subida plagada de aficionados, por un pasillo estrello que la falta de sentido común de algunos convierte en intransitable. Al final, la etapa dejó frente a frente a los ganadores de los últimos 4 Tours. Pogacar dio un paso más para el soñado doblete Giro-Tour, logro firmado por última vez por Pantani en 1998. Vingeggard asumió ya el cargo de jefe de la oposición.