DEPORTES
Marcha de oro y bronce acuático
Álvaro Martín y María Pérez, campeones del maratón relevo mixto
España, tercera en natación sincronizada, y la China de Tarrés, oro
La delegación española en estos Juegos Olímpicos de París 2024 elevó ayer a once la cosecha de medallas –la mitad a las que aspiraba antes de comenzar para igualar las de Barcelona’92–, después del oro conseguido en marcha, gracias a la actuación en el maratón relevo mixto del extremeño Álvaro Martín y la granadina María Pérez, que ya habían subido al podio en los 20 km, y a la selección de natación artística, que se colgó el bronce en una final de rutina acrobática dominada por la China de Anna Tarrés, que logró así su primera victoria olímpica en la competición de conjuntos, mientras que Estados Unidos, entrenado por la también catalana Andrea Fuentes, fue plata.
Los bicampeones mundiales en Budapest 2023 y europeos en el ámbito individual completaron la triple corona. La gesta de Álvaro Martín y María Pérez devuelve a la marcha española al metal dorado que no recibía desde Dani Plaza en Barcelona’92. El resto de aspirantes tuvo que claudicar a su lección en el circuito diseñado en la zona de Trocadero y la torre Eiffel. Ecuador obtuvo una brillante plata con Daniel Pintado, el campeón olímpico de los 20 kilómetros, y Glenda Morejón, y Australia se hizo con el bronce con Rhydian Cowley y Jemima Montag, que repite metal.Horas más tarde caía otro metal gracias a la natación artística española, que volvía a subir a un podio olímpico doce años después, tras colgarse el bronce en la modalidad por equipos. Un metal que premió la fortaleza mental de un grupo que, perjudicado por la decisión, nada habitual, de revisar las puntuaciones de Estados Unidos y Japón en la rutina libre, pasó de tener casi encarrilado el podio a verse inmerso en una intensa batalla con norteamericanas y asiáticas por las medallas.Duro golpe que pareció afectar a las pupilas de Mayuko Fujiki que en la segunda de las tres jornadas en las que se dividió la final, la dedicada a la rutina libre, se vio claramente superadas por Estados Unidos, que puso rumbo hacia la medalla de plata, que finalmente acabó conquistando. Una circunstancia que condenó al equipo español a tener que conformarse con pelear por la medalla de bronce con Japón, ya que el oro parecía propiedad de la inalcanzable China, en una jornada final en la que las españolas partían con 10,0822 puntos de ventaja sobre las niponas.Pero el equipo español, como señalaba el nombre de su ejercicio acrobático “One shot, one opportunity”, no estaba dispuesto a dejar pasar la ocasión de subir a un podio olímpico que se le resistía desde los Juegos de Londres 2012. Algo que consciente o inconscientemente parecieron tener los organizadores de los Juegos, que eligieron a Ona Carbonell, doble medallista de plata en la capital británica, para ser la encargada de dar los tres bastonazos con los que se declaró abierta la jornada de competición. Un aliciente más para Txell Ferré, Marina García, Lilou Lluís, Meritxell Mas, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Iris Tió y Blanca Toledano que brillaron como nunca con sus figuras y acrobacias en una mezcla de músicas que fusiono el ‘O Fortuna’ de Carl Orff con el rap de Eminen y su ‘Loose yourself’.Enfundadas en sus bañadores oro y negro las nadadoras españolas encandilaron al público presente en el Centro Acuático de la capital francesa que jaleó cada movimiento de las españolas. Un vibrante ejercicio que obtuvo una puntuación de 267,1200 puntos, que obligaba a Japón a superar, al menos las 258 unidades, si quería arrebatar el último escalón del podio a las españolas. Sin embargo, el ejercicio “Lagartos” que presentaron las niponas, muy poco estables en alguna elevación, solo pudo alcanzar los 272,5533 puntos, lo que aseguraba a España regresar a un podio olímpico doce años después. Este bronce, por todo, sabe a oro. Un oro que era inalcanzable, ya que estaba reservado por un equipo de China entrenado desde el año pasado por Anna Tarrés, quien hizo despegar la ‘sincro’ en España y que ahora está llevando a las asiáticas al nivel que tenía la Rusia –vetada por la invasión a Ucrania, también ausente– que lo ganaba todo. Quizá la plata sí era una posibilidad más real, pero los dos grandes ejercicios libre y acrobático preparados por la entrenadora de Estados Unidos, la antigua ‘sirena’ del equipo estatal Andrea Fuentes, fueron demasiado para las españolas. Brillaron las ‘Fuentes Girls’ y España, cerca de su máximo, no pudo tampoco con ellas.Por otra parte, el boxeador marbellí de origen marroquí Ayoub Ghadfa se clasificó ayer para la final en la categoría de +92 kilogramos tras vencer en semifinales al francés Djamili-Dini Aboudou por decisión unánime (5-0), por lo que peleará por un oro que ningún púgil español ha logrado hasta la fecha. Ayoub, que ya tenía asegurado el bronce con su pase a las semifinales, se ha convertido así en el tercer boxeador español que llega a una final olímpica. Faustino Reyes en Barcelona’92 y Rafa Lozano en Sydney 2000 fueron los anteriores; ambos perdieron y se fueron con la plata. Ayoub peleará contra el uzbeko Bahodir Jalolov por el oro.