LLEIDA
Técnico y rival a la vez
David Ballestero vivirá este año un hecho insólito, ya que se enfrentará como jugador del Alpicat al Lleida Llista, donde ejerce de preparador físico, su profesión
Vivir profesionalmente del hockey sobre patines en España es difícil, por no decir imposible, ya que pocos lo pueden conseguir debido a las bajas o nulas retribuciones que reciben los jugadores. Esto hace que la mayoría de ellos compaginen la práctica deportiva con su trabajo y esto provoca, a veces, situaciones inverosímiles en el deporte de élite. Una de ellas se vivirá la temporada que viene en Lleida, que por primera vez en la historia tendrá a dos equipos en la OK Liga masculina, Llista y Alpicat, algo que en la femenina ya se dio en la campaña 22-23 con el Vila-sana y el Alpicat. Al margen de la rivalidad lógica, el derbi provocará un hecho del todo insólito y que tendrá como protagonista a David Ballestero. El leridano, de 29 años y uno de los puntales del Alpicat del histórico ascenso a la máxima categoría, se enfrentará en pista contra un Llista en el que desempeña el cargo de preparador físico desde hace dos campañas.
“Hay gente a la que le cuesta entenderlo y es normal, porque es una situación que no sé si se habrá dado alguna vez en una máxima categoría, pero las retribuciones que se pagan en el mundo del hockey hacen que muchos jugadores no nos podamos dedicar cien por cien a jugar”, reconoce Ballestero, que tenía muy claras sus intenciones cuando logró el ascenso este año. “Mi profesión es la de preparador físico y mi prioridad siempre ha sido el trabajo. Tampoco quería dejar de jugar, pero al final lo que me da de comer es mi profesión”, señala.Se formó en la cantera del Alpicat, que ha defendido en tres etapas, pero debutó en OK Liga con el Llista hace una década. Tras su aventura de tres años por Italia, regresó al club de origen para jugar y compaginarlo con la preparación física a deportistas y clubes, como el Llista, Vila-sana o el Mollerussa. “En el Alpicat, un club pequeño, ya no es que no te puedas dedicar, es que hasta te cuesta dinero. La gente se lleva las manos a la cabeza cuando dices que no cobras un euro por jugar, cuando en deportes como fútbol o baloncesto en categorías muy inferiores, la gente gana dinero”, se lamenta.
La semana del derbi se centrará solo en el Alpicat
Aunque hubo dudas de inicio, tanto Llista como Alpicat no pusieron ningún impedimento para que Ballestero siguiera con las dos tareas. No obstante, se pactó que la semana previa a los duelos entre ambos equipos se centraría solo en el Alpicat. “Aquella semana quizás emocionalmente te pones una barrera y das libertad para que el Llista prepare individualmente el partido de una manera más específica, y yo haga mi tarea como jugador”, afirma el leridano, que defendió su profesionalidad. “Lo que les pedí a los dos clubes es que nunca dudasen de mi nivel de profesionalidad, es decir, ni daré ningún tipo de información del Alpicat hacia el Lleida, ni al revés. Mi competencia es hacer que los jugadores del Llista sean físicamente los mejores, pero cuando me pongo los patines del Alpicat, lo que quiero es ganar y no hay amistades”, señaló.