LOS DETALLES
Remontada negada del Lleida
El Lleida se queda con la miel en los labios de sumar un triunfo que ya celebraba, pese a no contar con su afición, tras igualar un 0-2. Después de los tantos de Gené y Campins, el árbitro anuló el 3-2 del central en el añadido por un fuera de juego inexistente
El Lleida CF se quedó ayer a un paso de remontar un 0-2 desfavorable ante el Atlético Baleares, pero se tuvo que conformar con un punto (2-2) cuando ya celebraba el triunfo, producto de una acción polémica en el añadido. El árbitro anuló un tanto de Campins por un fuera de juego previo inexistente de Solbes y dio un punto extra de crueldad a un partido que los azules tuvieron que disputar sin el apoyo de su público.
Así, el conjunto leridano vio premiada solo a medias su mejora en la segunda mitad, en la que dejó atrás una muy mala versión de la primera. En ella, el Atlético Baleares demostró galones pero no juego de un equipo llamado a ascender y se puso 0-2 en sus dos únicas acciones. Tras el descanso, los de Marc García corrigieron y, ya con el 1-2 de Gené, se vieron beneficiados por la expulsión del visitante Ulrich. Con uno más, el Lleida pisó el acelerador y sin mucha brillantez, logró el empate de Campins, a quien un error arbitral le dejó sin un doblete que hubiera significado el primer triunfo de un equipo azul que ahora suma dos puntos.
El partido pudo ponerse muy pronto de cara para los azules, en una ocasión tras un saque de banda, en la que Juanan puso un centro que Domingo remató al palo. Fue la primera ocasión para los de Marc Garcia y también la más clara hasta el descanso, pero también supuso un aviso para un Atlético Balears que se encerró atrás y empezó a ver que podía hacer más daño sin el balón que con él.
El equipo de Jaume Mut le entregó la posesión al Lleida, que se hartó de pasarse balones entre la línea de tres centrales y los centrocampistas, pero no encontraba ninguna vía para superar la línea defensiva visitante, más allá de un tímido remate de Gené en el 22.
Entonces, el partido ya iba 0-1, porque seis minutos antes el conjunto balear se adelantó en la primera ocasión en la que cruzó el centro del campo con cierta intención. Tovar recogió un balón largo en la banda derecha, superó a Fuentes en el cuerpo a cuerpo en conducción, en una acción en la que el defensa local reclamó falta, y centró atrás para que Toni Ramon batiera a Iñaki (0-1).
El gol balear no hizo más que reforzar el anterior guión, con un Lleida poco lúcido, horizontal y previsible. Además, encadenó algunas pérdidas con el equipo abierto y, en una de ellas, ya en el añadido, el Atlético Baleares forzó un córner que Bover colgó a la perfección para que Jaume Pol anotara el segundo libre de marca (0-2).Sin embargo, el descanso cambió por completo al Lleida, que pasó del 5-3-2 al 4-2-3-1 y en cinco minutos, generó más que en todo el primer tiempo. Nada más arrancar, lo probó el recién incorporado Cortijo, justo después lo hizo Naranjo, hasta que a la tercera fue la vencida y Adri Gené controló un pase al espacio, entró al área y batió al meta con un tiro cruzado en el 52 (1-2).
La esperanza de la remontada se avivó aún más cuando poco después el visitante Ulrich levantó la pierna en un balón dividido e impactó en la cabeza de Lledó, lo que le valió la roja directa y condenó a su equipo a jugar con diez más de media hora. El equipo balear supo frenar bien el ritmo de juego azul, que no generó muchas ocasiones, pero en la que tuvo, en el minuto 82, encontró el empate. Con el equipo volcado arriba, Unai puso un centro con comba que Campins remató en el punto de penalti para superar por arriba a Zárraga (2-2).
El ayer capitán azul llegó a anotar el doblete, en una falta lateral que Solbes descolgó en el segundo palo y Campins convirtió en gol. Sin embargo, el asistente señaló un fuera de juego inexistente que interrumpió una remontada épica en un Camp d’Esports vacío. Sin embargo, el castigo para la afición leridana fue doble y no pudo ver el partido ni celebrar un triunfo que rozaba con los dedos.
Pantalla gigante de Lleida TV con 800 aficionados
Pese a que el partido fue a puerta cerrada, los jugadores del Lleida pudieron sentir el apoyo de su afición, que respondió a la llamada del club y se reunió frente a la puerta 4 del Camp d’Esports para seguir el encuentro a través de una pantalla gigante, en la que se ofreció la retransmisión en directo de Lleida TV.
Alrededor de 800 personas, según los cálculos del club, se congregaron en la Fan Zone organizada por el club y abierta desde las 18.00 y no se cansaron de animar durante todo el partido, aprovechando que la emisión televisiva de la pantalla era casi simultánea respecto a lo que sucedía sobre el terreno de juego. Aunque el ambiente era mucho más frío que en un partido habitual, la atmósfera desde dentro del estadio no parecía la de un partido a puerta cerrada.
Tras el partido, los jugadores quisieron agradecer el apoyo de su hinchada y salieron al balcón del campo frente a las oficinas para tener el momento de comunión habitual con su público.Algunos de los aficionados incluso se esperaron hasta que los jugadores salieron de los vestuarios para mostrarles su ánimo pese al empate y culminando así una jornada que también fue festiva, ya que el club amenizó la Fan Zone con música y una barra con bebidas. El club repetirá la instalación de cara al próximo sábado, en el que disputará su segundo partido a puerta cerrada, ante el Cornellà y acabará de cumplir la sanción que le fue impuesta.