Deporte lúdico y en familia

El Descens del Segre Ciutat de Lleida reunió ayer, en su edición número 11, a unos 150 piragüistas de todas las edades, en una cita ya tradicional que tiene una clara vertiente popular y familiar. La cita, organizada por el Sícoris Club y la Federación Catalana de Piragüismo, con la colaboración de los ayuntamientos de Vilanova de la Barca y de Lleida, puntos de salida y llegada, conmemora la puesta en marcha, en 2013, del Centre Saúl Craviotto y solo se dejó de hacer en 2020 con motivo de la pandemia.

“La prueba está pensada para que los niños conozcan el piragüismo”, explica Josep Miralles, responsable de la sección del Sícoris Club. “Durante un par de años se hizo una competición coincidiendo con la prueba, pero pensamos que tenía más sentido como algo lúdico y que pudiera reunir a las familias en torno a este deporte. Se trata de un descenso popular, porque competiciones ya hay muchas a lo largo del año”, valora.Y así se lo toman los participantes, que hacen el descenso desde Vilanova de la Barça hasta La Mitjana, en Pardinyes, en embarcaciones individuales, dobles o triples, en muchos casos compartidas entre adultos y niños. “Cualquier persona que tenga una piragua tiene este día la ocasión de practicar este deporte”, añade Miralles. El aspecto festivo se completa a la llegada al embarcadero de Pardinyes, donde unas 200 personas, entre familiares y amigos, esperan a los piragüistas para compartir con ellos un avituallamiento. Por otra parte, el Sícoris organizará el día 28 de este mes una jornada de piragüismo para personas con deficiencia visual.