Maldita prórroga

El Hiopos Lleida se quedó muy cerca de completar el estreno soñado en ACB, a donde la ciudad volvía 19 años después. El equipo de Gerard Encuentra, arropado por más de 800 almas en el Príncipe Felipe, lo tuvo en la mano después de dominar buena parte del partido y llegando a tener 11 puntos de renta en el tramo final del tercer periodo, pero al final, después de forzar una prórroga ‘in extremis’, la gasolina se le acabó y sucumbió en el tiempo extra por 14-4, sufriendo la primera derrota (101-91).

Gerard Encuentra apostó de salida con un quinteto experimentado, con Dee Bost a los mandos, Walden y Bropleh en las alas y por dentro Madsen haciendo de ‘5’ y Muric, el último en llegar hace poco más de una semana, completando el juego interior. La puesta en escena del cuadro leridano fue buena, con contragolpe de Walden, que tuvo el honor de firmar la primera canasta del club en ACB, y triple de Muric, que ya empezaba a demostrar su condición de gran tirador (2-5, m.2). Contestó de inmediato Suleijmanovic desde los 6,75 y el partido entró en una fase de réplica y contraréplica, con los equipos relevándose en el mando del marcador hasta el empate a 12. A partir de ahí, un parcial de 0-5, con canasta de Bozic y triple de Paulí (12-17), obligó a Porfirio Fisac a pedir el primer tiempo muerto del partido. De entrada, pareció servirle de bien poco, ya que nada más reanudarse el juego otra canasta del croata elevaba la renta hasta los siete puntos (12-19), la máxima del partido hasta entonces. Pero el Zaragoza reaccionó de inmediato gracias a Slaughter que, con dos triples, lideró un parcial de 9-0 en el último minuto y medio que le dio la vuelta al marcador al final del primer asalto (21-19).Gerard Encuentra, entre tanto, pedía calma a sus hombres antes de aleccionarles para el segundo cuarto, que empezó con el cuadro aragonés mandando por exiguas rentas gracias al acierto de Slaughter. Cuatro puntos (31-27) fue la ventaja más amplia que llegó a tener el Zaragoza en todo el tiempo reglamentario. Cuatro tiros libres seguidos y el segundo triple de Muric volvieron a meter por delante al Hiopos (31-34), que llegaría al descanso en ventaja (38-39).Fue en el tercer periodo cuando se vieron los mejores minutos del cuadro leridano, muy certero desde los 6,75, en especial Hasbrouck. El de Washington, el tercer jugador más veterano de la Liga con 37 años, firmó las dos primeras canastas de este cuarto y luego dos triples seguidos para elevar la renta hasta los nueve tantos (45-54, m.24), obligando a Fisac a parar el partido de inmediato. El Zaragoza intentó reaccionar pero los de Encuentra no le dejaron, es más, aumentaron su ventaja un poco más, hasta los 11 puntos (55-66), a poco más de dos minutos para concluir el periodo. Por entonces Fisac ya había sido descalificado por dos técnicos seguidas por protestar airadamente en medio de la pista, una acción que, lejos de perjudicarle, acabaría marcando el partido, ya que los colegiados empezaron a cambiar el criterio de las faltas. También sirvió para espolear a un Casademont que subió la presión. Liderados por Dubljevic, letal bajo el aro y también desde la larga distancia, los aragoneses apretaron el marcador al final del penúltimo asalto (65-69) tras completar un parcial de 10-3.Las faltas arruinaron al Hiopos nada más arrancar el cuarto periodo. Tres de seguidas, una de ellas antideportiva a Hasbrouck, permitieron a Spissu anotar seis puntos de una tacada y situar el empate a 71, con Encuentra levantando los brazos señalando el marcador de faltas, 1-5 en apenas 3 minutos. El Lleida enderezó la situación con dos triples de Bropleh (72-77), pero el Zaragoza le dio la vuelta para dominar por 4 puntos (86-82) a 1:08 del final. Encuentra pidió tiempo y pese a que Walden y Bost erraron tres ataques, otro triple de Bropleh dio esperanzas (86-85). Faltando 15 segundos, Yusta erró uno de los dos tiros libres y Bost, en el ataque siguiente, forzó la prórroga con una penetración que alentaba a una afición entregada. Pero el Hiopos Lleida llegó muy justo de fuerzas ante un Zaragoza que se lo creyó, liderado de nuevo por Dubljevic. Un triple y dos tiros libres del montenegrino acabaron con la resistencia del cuadro leridano, que acabó cediendo por diez puntos, una diferencia del todo exagerada a tenor de los visto. Primera derrota en la ACB pero con unas sensaciones que invitan a soñar.