ENTREVISTA SANIDAD
El doctor que ha operado más veces Marc Márquez: «Lo veo campeón en 2025»
Xavier Mir. El doctor que ha operado más veces al piloto de Cervera afirma que le ve “fantástico” y con “muchas posibilidades” de volver a ganar el Mundial, tras hablar con él hace unos días y pese al calvario de lesiones que ha sufrido
Con más de 25 años de experiencia y una trayectoria reconocida internacionalmente, el doctor Xavier Mir es un referente en traumatología de la mano y el codo y microcirugía, especialmente en el ámbito de la medicina deportiva. Experto en la atención y el tratamiento de la mano y el codo, su tarea ayuda a restaurar funciones esenciales en la vida diaria. Recientemente incorporado a Avantmèdic con su equipo (Dr. Sergi Alabau, Dra. Lídia Martin, Dr. Albert Pardo y Dr. Ignacio Miró), Mir refuerza el área de traumatología del centro, que ya cuenta con la Dra. Marta Bonjorn como referente en mano y codo y el Dr. Jaime León Ezagüi, en hombro. Mir ha intervenido muchas veces a Marc Márquez y en 2007 formó parte del equipo del área de traumatología y rehabilitación del Hospital Vall d’Hebron que operó a otro piloto leridano, Isidre Esteve, después del accidente que le provocó una lesión medular. La revista Forbes publicó en enero el libro “Forbes Best Doctors Spain 2023”, un listado donde figuran los médicos de la sanidad española que más han destacado en las ediciones de 2020, 2021 y 2022 y uno de ellos es Xavier Mir.
En primer lugar, felicidades por su elección en noviembre del pasado año como Acadèmic Numerari de la Reial Academia de Medicina de Catalunya. ¿Qué representa para usted?
Para mí ha sido, sin duda, un gran honor pertenecer a esta prestigiosa Institución Médica, pues repasando la historia de los últimos 270 años de la academia solo habían sido elegidos dos traumatólogos. Yo soy el tercero y los otros dos me superan bastante porque uno es el doctor Josep Trueta, catedrático de Oxford, y el otro un discípulo suyo, que también estuvo vinculado a la cátedra de Oxford, Esteve de Miguel. Me ha hecho mucha ilusión, sí.
Hablemos en términos deportivos. Por sus manos y su quirófano han pasado ilustres deportistas.
Sí, sobre todo del mundo de la moto y también del fútbol. He tratado lesiones de la extremidad superior. Esto comenzó con el doctor Josep Maria Villarrubias en 1992.
Usted formó parte del Medical Team MotoGP y del equipo médico del Dakar durante muchos años. ¿Qué recuerdo tiene de aquellos años?
Bueno, todavía estoy muy relacionado. Estuve diez años viajando con el Mundial de MotoGP y ahora, claro, los viajes se han hecho cada vez más largos, a países muy lejanos, has de estar mucho tiempo fuera y esto me resultaba incompatible con seguir operando. Pero fue una época fantástica y todavía voy de vez en cuando a las carreras y sigo teniendo relación con ellos. Esta semana, sin ir más lejos, hemos operado a dos pilotos japoneses y uno austriaco.
¿Y qué me dice de Marc Márquez? ¿Cómo está después de su calvario de lesiones en el hombro? Se lo digo porque hay mucho debate en torno a ello.
Está fantástico. Hablé con él hace tres días y está muy ilusionado y tiene un mérito increíble, como usted dice, por el calvario que ha pasado. Y cuidado que el año que viene estará en el equipo oficial de Ducati y tiene muchas posibilidades de volver a ser campeón. Yo estoy contento porque con aquella lesión lo pasamos todos muy mal y se recuperó y está muy bien. Todo gracias a que tiene una fuerza de ir siempre hacia delante impresionante. Recuerdo que en 2018 la operación fue muy complicada. El hombro se le salía muy fácil. No podía continuar así. Casi no entiendo cómo fue capaz de ganar el Mundial así. Pero es lo que hay. Le da más mérito.
Usted siempre ha dicho del piloto de Cervera que estaba hecho de otra pasta y que una persona normal hubiera tardado mucho más en recuperarse.
Es que otro en su situación hubiera abandonado y la verdad repito que estoy muy feliz de ver que está bien.
Le apodan el “doctor milagro”, pero creo que no le gusta demasiado.
No me gusta nada (sonríe). La verdad es que nosotros (los traumatólogos) no somos capaces de curar enfermos, sino de poner las condiciones adecuadas para que el organismo de cada persona sea el que le cure. Pongo un ejemplo. Si tengo una clavícula lesionada, yo puedo colocarla en el lugar que le corresponde con una incisión poco agresiva, sin causar daño, la puedo fijar en una placa para que se mantenga estable, pero sus células curarán a esa persona. Yo no. Es decir, que lo importante es que el organismo esté en las mejores condiciones posibles para que sea el que cure. Nosotros somos capaces de ayudar al cuerpo para que sea él el que cure.
Con la llegada de la Inteligencia Artificial, ¿hacia dónde va la traumatología?
A lo que vamos es cada vez a hacer menos daño, a poner implantes que deberán ser personalizados en un futuro. Es decir, mi muñeca no es la misma que la suya, la placa que se implante seguramente habrá de ser diferente, la prótesis de su rodilla no será la misma que la mía y, por otra parte, utilizar materiales que sean biológicamente aceptados por el organismo. ¿Que la Inteligencia Artificial intervendrá más en nuestra labor? Seguramente, pero no lo sé.
Lo que parece evidente es que la evolución tecnológica también ha ido a la par que la traumatología.
Así es. Las cosas que hacía cuando empecé en Vall d’Hebron no tienen nada que ver con lo que hago ahora. Y hablo de bastante tiempo que ha pasado, pero es que cosas que se hacían hace solo cinco años, ya se hacen ahora de forma diferente. Está claro que la medicina ha evolucionado con la tecnología, pero lo mismo que han evolucionado todos los ámbitos de la vida.
¿Cuál ha sido la intervención quirúrgica más difícil que ha tenido que hacer?
Una que recuerdo especialmente la hice en el Hospital Vall d’Hebron hace veinte o veinticinco años y fue el caso de una chica que tuvo un accidente de coche cerca de Igualada, el coche volcó y el guardarraíl de la carretera entró por la ventanilla y le seccionó el brazo. Lo curioso es que ella explica, porque todavía la veo a menudo, que se incorporó del coche y no tenía dolor prácticamente y solo veía que el brazo le sangraba, pero que el brazo no estaba. Vino la ambulancia, la Guardia Civil buscó el brazo, nos lo llevaron a Vall d’Hebron y después de una operación que me parece que duró 23 o 24 horas, conseguimos salvarle el brazo. Después hubo que intervenirle algunas veces más, pero lo importante es que esta chica conserva el brazo. Y si hablamos de un deportista, la más grave que recuerdo es la de Àlex Crivillé, que sufrió un accidente en Assen en 1997, que se dejó todos los tendones y la piel de su mano. Lo operamos y me dijo: “Xavier, no correré más”. Y por suerte se recuperó, su cuerpo le recuperó mejor dicho, y en 1999 fue campeón de 500 cc.
¿Cuáles han sido las palabras de agradecimiento que más le han emocionado?
Bueno han sido muchas diferentes, pero quizás el caso de algún niño que tenía una lesión importante.