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Las dos pruebas médicas que recomiendan los expertos para prevenir la muerte súbita en los deportes

De esfuerzo y ecocardio para que los deportistas aficionados eviten riesgos

Corredores de la Mitja Marató de Lleida, el pasado domingo antes de darse la salida. - MAGDALENA ALTISENT

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Es sabido que la práctica del deporte constituye un hábito saludable que disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular. Sin embargo, su práctica, sobre todo en deportistas aficionados, se ha asociado con arritmias, tanto ventriculares como supraventriculares. 

La parada cardiorrespiratoria sufrida por un corredor el pasado domingo en la Mitja Marató de Lleida, que a punto estuvo de costarle la vida, ha vuelto a poner de relieve los riesgos que genera un esfuerzo de gran magnitud. 

En este sentido, el doctor Fernando Pifarré, jefe del servicio de Medicina del Deporte de la Generalitat en Lleida y responsable de la Unidad de Fisiología del deporte en Mi NovAliança, recomendó que los deportistas aficionados se sometan a una prueba de esfuerzo anualmente y a un ecocardiograma cada dos años. “Son dos pruebas que si salen bien, no hace falta hacer pruebas más agresivas o invasivas. Además, son pruebas que cuestan lo que unas zapatillas de correr. 

La prueba de esfuerzo saldría por unos 160 euros y el ecocardio por unos 70. Esta última prueba dura apenas 2 minutos, pero te da una gran tranquilidad”, señaló Pifarré.

El corredor accidentado en la Mitja Marató, al parecer de unos 39 o 40 años, estaba ayer despierto, tras haber sido ingresado en la UCI y, aunque algo desorientado, evolucionaba favorablemente, según pudo saber este diario .

El doctor Fernando Pifarré explicó que “en España y Europa, por encima de los 35 años, la causa más frecuente de muerte súbita es la enfermedad ateromatosa coronaria que, para que lo entienda todo el mundo, es tener el colesterol alto y entonces es muy fácil hacer prevención. Y si hablamos de individuos por debajo de los 35 años la patología predominante sería la displasia arritmogénica del ventrículo derecho. Y en el caso de Estados Unidos hablaríamos de la miocardiopatía hipertrófica”.

“Sé que sonará duro, pero el prototipo de tener el riesgo de sufrir la enfermedad ateromatosa coronaria sería el ciclista de fin de semana que se mete un desayuno fuerte de tenedor”, afirma Pifarré, quien también aconseja “no entrenarse al tuntún, sino que hay que prepararse conforme al ritmo de intensidad adecuado a la persona y de forma controlada”. Pifarré, con una dilatada trayectoria en medicina deportiva, advierte que “un deportista tiene 4 veces más riesgo de sufrir una muerte súbita que la gente de la calle”.

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