LLEIDA
La leridana Magda Castaño Piño, una pionera del ciclismo
Formó parte del cuarteto que fue la primera selección femenina de Catalunya en 1981. La Federación Catalana les rindió un homenaje el pasado sábado
“En los años 70 las mujeres ciclistas éramos tan pocas que había carreras en las que nos ponían a competir junto a chicos cadetes y en una carrera que gané no me entregaron el maillot simplemente porque no había para la vencedora femenina”. Son dos de las muchas anécdotas que atesora la leridana Magda Castaño Piñol (Lleida, 30-5-1964), una de las pioneras del ciclismo femenino catalán y una de las cuatro corredoras que formaron parte de la primera selección catalana en 1981.
Castaño, junto a Montserrat Torres González, Alexandra Roca Satorres y Susanna García Bracons, recibieron el pasado sábado un homenaje por parte de la Federación Catalana de Ciclismo. “Nunca es tarde para un reconocimiento. Hasta los años 70 recuerdo que las mujeres solo podían hacer cicloturismo. Yo empecé a competir en esos años pero éramos muy pocas y hasta te miraban mal porque una cosa es ser una mujer que va en bicicleta y otra ser una ciclista. Por eso fuimos entre comillas las pioneras cuando llegó la democracia”, explica Magda Castaño. Sobre el hecho de haber formado parte del cuarteto que representó a la primera selección catalana femenina de ciclismo, puntualiza que “fue en un Campeonato de España en Mallorca, pero íbamos por nuestra cuenta y entonces en la Federación nos propusieron ser como una selección catalana”.
Dificultades
Magda disputó su primer Campeonato de España en 1979 en Zaragoza donde solo participaron diez mujeres, la más joven tenía 15 años y la mayor, 33, y todas competían en la misma categoría. Entre sus éxitos cabe destacar un título catalán de pista y un campeonato de los Països Catalans de carretera en 1981. Fue en esa competición en la que no hubo maillot para la vencedora.
Sin referentes femeninas ciclistas y debido a las muchas trabas y dificultades que encontró, decidió retirarse de la competición. “En Lleida éramos cuatro y con una de ellas, Teresa Riera, corrimos algunas pruebas en Alemania y Francia. Pero era dedicarme a mi trabajo (farmacéutica) o seguir en el ciclismo y cuando vi que no pude ir a un Mundial que hacían en Praga porque la Federación no pudo tramitar la documentación, decidí dejarlo”. Sigue, sin embargo, muy vinculada al ciclismo. “Recuerdo a mi tío Lluís Simó y después me he dedicado a organizar competiciones con la Penya Colomina junto a mi padre (Pep Roca) que fue quien me inició en el ciclismo. Ahora mi contacto con la bicicleta es una hora que hago casi todos los días en una estática”, afirma con cierta resignación.
Y es que hacía salidas junto a su esposo Xavi Bonet, una figura muy destacada de la Penya Colomina, que falleció en junio de 2019 de muerte súbita mientras practicaba ciclismo. “Ya no tenía la motivación después de lo que pasó, pero con Xavi la idea era salir más. Incluso habíamos hablado que cuando nos jubiláramos haríamos el Camino de Santiago en bicicleta”, rememora. Maria Banlles, Iris Gómez o Júlia Mir son ahora referentes leridanas. “Es una alegría saber que pusimos una semilla para que haya ahora más mujeres, pero hay 344 licencias y me siguen pareciendo muy pocas”, concluye.