Lección del alumno: Encuentra le gana la partida a Ponsarnau en el primer duelo de técnicos leridanos de la ACB

El alumno se comió al maestro. Gerard Encuentra se llevó por goleada el primer duelo de entrenadores leridanos en la historia de la ACB con Jaume Ponsarnau, en un partido que los de burdeos comenzaron a dominar a partir de la segunda mitad liderados por uno de sus últimos fichajes, Keye van der Vuurst. 

El neerlandés no podía tener un mejor debut con la camiseta del Hiopos Lleida, ya que sus 11 puntos y, sobre todo, sus 10 asistencias guiaron al cuadro leridano a su cuarta victoria del curso, rompiendo así una racha de cuatro derrotas consecutivas y poniendo dos victorias de margen sobre el colista Girona y una sobre Breogán y Bilbao.

Encuentra salió de inicio con Goodwin, otro de los recién llegados, jugando de 5, el único recurso para frenar al gigante Hlinason. La jugada le salió a pedir de boca, al menos en cuanto a la producción del estadounidense, pero no tanto en la progresión de su equipo, que arrancó muy fallón. 

El de Columbia estrenó su casillero con la camiseta del Hiopos Lleida en la primera ocasión que tuvo, después de capturar también su primer rebote, todo ello para poner el 2-0 inicial, un marcador que pronto voltearía el Bilbao con un parcial de 0-7, aprovechándose en gran parte dos pérdidas y un despiste en el saque de banda.

El Hiopos logra una renta de 18 puntos pensando en un hipotético empate con los vascos por la salvación Los leridanos cerraron el tercer cuarto con un parcial de 9-0 y comenzaron el último con otro 9-0

Encuentra movió rápido el banquillo y dio entrada a Walden y Paulí y poco después a Keye van der Vuurst cuando el marcador reflejaba un 6-9 después de otra canasta y dos tiros libres de Goodwin, el único que veía aro en el cuadro leridano. La puesta de largo del base neerlandés también fue esperanzadora, ya que tres asistencias suyas acabaron en canasta, dos de ellas triples de Paulí y Oriola que le dieron la vuelta al marcador en apenas un minuto (16-13), si bien el conjunto vasco cerró el cuarto con ventaja (18-20) tras un arreón final.

Los triples de Frey y De Ridder mantuvieron a los vizcaínos por delante en el luminoso con rentas que nunca superaron los seis puntos (22-28). Los de burdeos, algo irregulares en esta primera mitad, contestaban con acciones de Bozic y Oriola, que volvía a estar de dulce, a los que se unió de nuevo Van der Vuurst, que con cinco puntos postreros seguidos permitió a su equipo irse al descanso dominando (35-33).

Otra canasta del internacional neerlandés al inicio de la segunda parte elevó la renta a cuatro (37-33). Ahí empezó la exhibición el exbase del Joventut, que se puso pronto a la afición en el bolsillo con sus asistencias. Suya fue la que permitió a Muric anotar su segunda canasta en juego y contribuyó al triple de Paulí que situaba la ventaja en seis (44-38), obligando a Ponsarnau a parar el partido. De nada sirvió, ya que un triple de Bropleh –sus primeros puntos de la matinal– dejaba la renta rondando la decena de puntos (47-38). 

El Surne Bilbao reaccionó de la mano de sus interiores (49-45), pero dos asistencias más de Van der Vuurst a Oriola y Bropleh, a este último por detrás de la espalda que hizo levantar al Barris Nord. El Hiopos completó un parcial de final de cuarto de 9-0 que situó la ventaja en 13 puntos (58-45), después de culminar el propio alero de Denver un contraataque casi sobre la bocina.

El partido estaba bien encauzado, pero aún no se podía cantar victoria. El Hiopos Lleida estaba dominando el rebote defensivo y eso le permitía armar su letal contragolpe para ir minando la moral de los vascos. Además, la presencia en pista de Van der Vuurst daba mucha cohesión al equipo y clarividencia en ataque. El cuadro leridano tenía bien aprendida la lección y entró en el último asalto sin confianzas ni reservas, y un parcial de salida de 6-0, con dos tiros libres de Paulí y dos canastas seguidas de Bozic, la primera tras una gran asistencia del base neerlandés, obligaron de nuevo a Ponsarnau a pedir tiempo muerto cuando solo había transcurrido minuto y medio, y es que la renta para los leridanos ya rondaba la veintena (64-45).

Como en la anterior ocasión, las instrucciones del técnico de Tàrrega de poco sirvieron, ya que sus hombres erraron en el ataque siguiente y Hasbrouck, ya recuperado de un golpe que había recibido en el hombro derecho, castigó al contragolpe con su primer triple para situar la renta en 22 puntos (67-45) y completar un parcial global de 18-0. El partido estaba prácticamente sentenciado, con un Hiopos Lleida que no parecía tener fisuras y un Bilbao prácticamente abatido y sin recursos más allá de alguna jugada personal de Pantzar. Las diferencias no crecieron más pero el cuadro leridano supo mantener la concentración hasta el final para llevarse la cuarta victoria de la temporada y un buen botín de puntos –18– por si al final fuera necesario echar mano del average para resolver un hipotético empate con el Bilbao, que se queda a una victoria del Hiopos.