Saúl Craviotto alcanza el olimpo

Saúl Craviotto ha sido el protagonista leridano en este 2024 con la medalla de bronce lograda en París 2024, la sexta de su carrera que le convierte en el deportista más laureado de la historia de España en unos Juegos Olímpicos. Miquel Travé y Ai Tsunoda rozaron el podio.

A sus 40 años, Saúl Craviotto ya es la mayor leyenda del deporte olímpico español. El piragüista leridano hizo historia este pasado verano en el estadio náutico de Vaires-sur-Marne de París al colgarse la medalla de bronce junto a Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade en el K4 500, la segunda que lograba en esta categoría, y convertirse así en el deportista español con más medallas olímpicas, seis, una más que el también piragüista David Cal, con el que estaba empatado con cinco.

Una trayectoria olímpica de 16 años que empezó en Pekín 2008 y llega, de momento, hasta París 2024, con un botín de dos oros, dos platas y dos bronces, un palmarés al alcance de muy pocos. El leridano, formado en la cantera del Sícoris Club, ha firmado la mitad de las medallas que el deporte leridano ha conseguido en toda su historia, que han sido doce. Sus seis preseas se suman a los dos bronces (individual y persecución por equipos) que consiguió el ciclista Sergi Escobar en los Juegos de Atenas 2004, el bronce que también se colgó el tenista Albert Costa en la modalidad de dobles junto a Àlex Corretja en Sidney 2000 y la plata que lograron en esa misma cita australiana tres futbolistas, Joan Capdevila, Felip Ortiz y Carles Puyol.

En los Juegos de París otros dos leridanos estuvieron a un paso de hacer historia y lograr una medalla en su debut olímpico. El que más cerca estuvo fue otro piragüista, Miquel Travé en eslalon, pero la mala suerte le privó de una presea que acarició con los dedos. Un desafortunado toque en la puerta 14 del recorrido impidió al palista de La Seu d’Urgell subir al podio en la modalidad de C1, ya que de no haber sido por los dos segundos de la penalización habría alcanzado la medalla de plata en un estadio náutico de Vaires-sur-Marne con más de 13.000 espectadores en las gradas. Travé, que había sido segundo en la semifinal después de una bajada intachable, descendía camino de su momento de gloria, marcando los mejores parciales para situarse provisionalmente primero a la espera de que lo hiciera el francés Nicolás Gestin, a la postre el campeón. Sin embargo, un toque en esa maldita puerta 14 le arrebató la gloria olímpica y la posibilidad de entrar en la historia del piragüismo español como el segundo deportista en lograr una medalla olímpica, por detrás de la donostiarra Maialen Chourraut. Un honor que sí pudo alcanzar dos días después su amigo Pau Etxaniz, donostiarra de nacimiento pero forjado en La Seu d’Urgell, donde vivió durante 19 años –hasta 2020– y que llegó a ser palista del Cadí Canoe Kayak urgelense, donde puso los cimientos para ser medalla de bronce en K1.

Travé se sacó parte de la espina que tenía clavada de París colgándose unas semanas más tarde la medalla de oro en la disciplina de canoa en la Copa del Mundo disputada en el Parc del Segre de La Seu d’Urgell. En este mismo certamen, la también urgelense y olímpica Núria Vilarrubla conseguía la medalla de plata de C1 en la prueba de Augsburgo, el primer podio después de su regreso a la competición tras su maternidad.

También se quedó con la miel en los labios la judoca Ai Tsunoda. La joven leridana, de 22 años, cedió en el combate por el bronce olímpico ante la austriaca Michaela Polleres, plata en los Juegos Olímpicos de Tokio. La campeona del mundo cadete y júnior no tuvo un prolífico año, ya que solo logró una medalla a nivel internacional, que fue el bronce en el Grand Slam de Antalya, en Turquía.

La que sí continuó con su idilio con el podio fue la esquiadora de montaña Laia Sellés, que arrancó el año con un triple de oros en el Campeonato de Europa de Flaine (Alta Saboya, Alpes franceses), donde ganó las disciplinas de individual, vertical y esprint de la categoría sub-18. Además, la esquiadora de Lles de Cerdanya, de 18 años y que tiene opciones de acudir a los Juegos Olímpicos de Milán-Cortina d’Ampezzo de 2026, logró el subcampeonato de la Copa del Mundo, donde subió varias veces al podio.

En el deporte blanco también destacó Jaume Pueyo. El esquiador de La Seu d’Urgell hizo historia al convertirse en el primer español de fondo en conseguir un Top 30 en la prueba esprint de una Copa del Mundo, después de acabar decimosexto en Minneapolis, resultado que mejoraría días después al ser décimo en Finlandia.

A nivel internacional, tres jóvenes jugadores de hockey de Lleida brillaron con la selección española. Biel Llanes, natural de Castellnou de Seana que milita en el Igualada de OK Liga, se proclamó campeón del mundo sub-19 en los Worl Skate Games de Novara (Italia), mientras que Jan Berent y Joel Milà, ambos de Juneda y jugando en el CH Vila-seca, fueron subcampeones de Europa sub-17.

Eduard Pons gana el Mundial de Bajas y Marc Márquez resurge

El leridano Eduard Pons ha conquistado este año el título de campeón de la Copa del Mundo de bajas (rallies), en la categoría Challenger. Pons, que ha tenido como copiloto a Jaume Betriu, ha ganado dos pruebas del certamen, las de Grecia y Portugal, y ha sido segundo en otras tres, Polonia, Jordania y Dubai, lo que le ha otorgado el título, que recibió recientemente en la gala de la FIA celebrada en Ruanda.Siguiendo con el motor, Marc Márquez ha vuelto a brillar después de varias temporadas fuera del foco mediático marcadas primero por las lesiones y luego por la falta de competitividad de la Honda, lo que precipitó su trasvase a Ducati. Este año, en su primera campaña en la fábrica italiana pero en su equipo satélite, el Gresini Racing, el de Cervera ha vuelto a sentirse piloto y a competir por las victorias. De hecho, en Motorland Aragón volvió a subir a lo más alto del podio 1.043 días después de su última victoria, en octubre de 2021. Acabó el año en tercera posición, con tres victorias y diez podios, unos resultados que le han valido para fichar por el equipo oficial Ducati.