“Estoy dolido y satisfecho a la vez”

El leridano Jordi Esteve regresó ayer a Lleida después de afrontar su undécima aventura en el Dakar, la octava sobre un camión y que no pudo acabar como se había propuesto, llegando a la meta. De hecho lo hizo, fue el decimoquinto camión en cruzar la línea de llegada de la última etapa, pero ya estaba descalificado porque una avería el día anterior le obligó a gastar su cuarto joker, una especie de “vida” que tienen los corredores y que les permite llegar al vivac, reparar y preparar sus vehículos para comenzar la siguiente etapa. “No estoy decepcionado porque ha sido por un tema de reglamento, que está bien aplicado, pero hemos demostrado que tanto nosotros como el vehículo tenemos capacidad para completar las etapas entre los 15 primeros, que es donde queríamos estar, y solo un problema mecánico al final nos impidió lograr el objetivo. Cuando es por algo así no puedes estar decepcionado con tu trabajo. Estoy dolido y satisfecho a la vez”, reconoció.

Solo tenía tres jokers y en la primera etapa ya consumió dos por una avería al final de la jornada que le hizo perder más de doce horas. “Comenzamos con mal pie. Perdimos una rueda y eso nos penalizó mucho, porque gastamos dos de los tres jokers que teníamos, uno por completar la etapa fuera de tiempo y el segundo por no poder comenzar la siguiente a la hora. Bajar del camión y ver que te falta una rueda y que el vehículo se aguanta por el eje pensé que ahí lo perdíamos todo. Gracias al equipo que tenemos, el Tibau Team, que está muy preparado, pudimos reparar y seguir”, explica.

Esteve, que sí acabó su primer Dakar en moto en 2002, tiene claro que regresará el año que viene. “La idea es volver, está claro. El plan es hacer la Baja Aragón en julio y un rally en Marruecos para llegar más preparados al Dakar. Ahora ya ves que la gente nos respeta un poco más porque estás ahí y compitiendo”, apuntó.