FUTBOL TRIBUNALES
Reconocen presiones del entorno de Rubiales a Jenni
Según su hermano, Jorge Vilda le dijo que “si no accedía tendría consecuencias”
Rafael Hermoso, hermano de Jennifer Hermoso, ratificó ayer que sufrió presiones por parte del exseleccionador femenino Jorge Vilda para que su hermana grabase un vídeo quitando importancia al beso que le dio Luis Rubiales, y al negarse este le advirtió que eso podría tener consecuencias profesionales y personales para su hermana como, según él, ocurrió, al no ser de nuevo convocada. En su declaración como testigo en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra el expresidente por agresión sexual y otros tres acusados por coacciones, entre ellos Vilda, el hermano de Hermoso relató que nada más terminar la imposición de medallas su hermana le comentó en el campo que Rubiales le había “plantado” un beso en la boca sin ella quererlo y que le había dado asco.
Ante su sorpresa y al preguntarle que qué había hecho ante ese acto, Rafael Hermoso recordó que su hermana le dijo: “¿qué voy a hacer si ha usado la fuerza y me ha cogido la cara?” y aseguró que a consecuencia del beso la encontró “desubicada y con rabia”. Confirmó también que Vilda se le acercó en el avión de vuelta a España a petición de Rubiales y tras hablarle “en un tono muy afable” sobre el triunfo y la figura de su hermana, “a modo de peloteo”, le “soltó” el revuelo que se estaba produciendo por el beso, que las hijas de Rubiales estaban llorando y que el expresidente temía por su cargo. Le pidió por ello que hablara con su hermana para que saliera en un vídeo diciendo que el beso fue “de cariño y amistad y que no había pasado nada” y, al decirle Vilda que ella ya se había negado, él dijo que tampoco lo haría ni la iba a convencer, a lo que el exseleccionador insistió en que era lo mejor para todos y que esto podía tener consecuencias para su hermana, que ya “tenía una edad”, y eso podía “cerrarle puertas”.
La portera del Real Madrid declaró que Hermoso nunca les dijo que el beso fuera consentido
Respecto a las primeras entrevistas que él concedió, y en las que dijo que el beso de Rubiales no había perturbado a su hermana y negaba las coacciones, reconoció que mintió. “Lo hice para proteger a mi hermana y mentí”, señaló.
Por su parte, Rafael del Amo, exresponsable de fútbol femenino de la RFEF, relató en el juicio que en el avión de vuelta vio que desde el entorno de Rubiales estaban intentando “presionar o hablar con Jenni”, y dijo: “había cosas que no me estaban gustando”. Del Amo mostró en la Audiencia su disconformidad en aquellos momentos, tanto con el beso como en la forma en la que se gestionó después. Para Del Amo, aquella situación “se arreglaba fácil: hablar con Jenni y pedir perdón”, pero Rubiales le dijo que no, que había sido “una cosa de mutuo acuerdo”.
En la jornada de ayer también prestó declaración Misa Rodríguez, portera del Real Madrid y de la selección española, que aseguró que Jenni Hermoso no les dijo “en ningún momento” que el beso fuese “consentido”, y explicó que, ya en el avión de regreso a España, “Jenni vuelve y se pone a llorar diciendo que había sufrido presiones. Después de que Luis Rubiales hablara con ella dentro del avión, nos acercamos Alexia Putellas, Irene Paredes, Laia Codina y yo, y nos dijo que se sentía presionada porque le estaban diciendo que hiciera un vídeo y ella no quería. Nosotras la apoyamos en su decisión. Que estuviese tranquila y no hablase con nadie”.