FÚTBOL TRIBUNALES
“No fue consentimiento, el beso fue con sometimiento”
El abogado de Hermoso mantiene su petición de 2,5 años de cárcel para Rubiales
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Jenni Hermoso y su abogado Ángel Chavarría, en foto de archivo. - EFE
El juicio al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales por el beso que dio a Jenni Hermoso y la supuesta trama que urdió después para restar importancia a ese acto se encuentra en su recta final. Tras el informe de la fiscal, que defendió el miércoles que hay prueba de cargo suficiente para una sentencia condenatoria contra Rubiales y los otros tres acusados, ayer fue el turno del resto de acusaciones y las defensas. El primero en tomar la palabra fue el abogado de la jugadora, que ejerce la acusación particular. El letrado Ángel Chavarría confirmó que mantiene la petición de dos años y medio de cárcel para Rubiales. “No estamos ante un consentimiento, es un sometimiento“, sostuvo.
El letrado de la jugadora mantuvo que el beso, propinado durante la entrega de medallas tras la victoria de España en el Mundial de Sidney de 2023, “sobrepasa los límites legales y es un atentado a la libertad sexual” de Hermoso. Además recordó que la propia futbolista aseguró en su declaración en la vista oral que no se sintió respetada “ni como jugadora ni como persona”, abundando en que el propio Rubiales reconoció ante el juez que su acción fue desafortunada. “Rubiales jamás debería de haber solicitado ni pasarle por la cabeza pedir un consentimiento para solicitar un beso a una persona que jerárquicamente estaba por debajo y bajo sus instrucciones junto con las del resto de personas que son directivos y que están aquí encausadas”, prosiguió Chavarría.
La letrada del expresidente de la RFEF pide su absolución desacreditando el relato de la jugadora
La acción, insistió, se realizó “con una fuerza propia del bloqueo” que produjeron “las manos del acusado en la cabeza de Hermoso para impedir cualquier actuación evasiva o gesto que pudiera evitar la intención del señor Rubiales”.
Por su parte, la abogada de Rubiales, Olga Tubau, pidió su absolución y en sus conclusiones trató de desacreditar el relato de la futbolista, que dejó claro que el beso no había sido consentido. “La reacción frente a un intento de delito contra la libertad sexual consumado, aunque pueda ser sutil, controlada, no se puede dominar. El rechazo es instantáneo. ¿Te dan un beso que tú no has querido y en ese momento te da asco y te despides con dos palmadas en los costados y con una sonrisa?”, sostuvo la abogada. Tubau rebatió que el “comportamiento posterior de la víctima” puede servir para obtener elementos que refuercen las tesis exculpatorias. “El ‘yo sí te creo no puede llevarse a los tribunales”, aseveró la letrada.