FÚTBOL
Rubiales, condenado a una multa por agresión sexual
Deberá pagar 10.800 euros por el beso a Hermoso y fue absuelto de las coacciones
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Rubiales, subiendo al coche en una imagen de archivo durante el juicio en la Audiencia Nacional. - EFE/ FERNANDO VILLAR /ARCHIVO
La Audiencia Nacional condenó ayer al expresidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales a 18 meses de multa con cuota de 20 euros al día –unos 10.800 euros– por un delito de agresión sexual por el beso no consentido a Jennifer Hermoso, aunque fue absuelto de las posteriores coacciones para que le restase importancia.
En la sentencia, el magistrado José Manuel Fernández-Prieto prohíbe además a Rubiales acercarse a Hermoso en un radio de 200 metros y comunicarse con ella durante un año, dejando claro que no hubo “consentimiento” en el beso.
Rubiales tendrá además que indemnizar a Hermoso con 3.000 euros por “el daño moral causado por el beso dado por sorpresa, unido al momento y lugar en que se proporciona, a la vista de las miles de personas asistentes en el estadio de fútbol y de los miles de telespectadores que veían la ceremonia”. Sin embargo, su abogada, Olga Tubau, anunció que apelará la sentencia a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, mientras que el resto de partes aún estudian si hacerlo. Cabe recordar que la Fiscalía solicitó que se le impusiera una pena de 2 años y 6 meses de cárcel por los delitos de agresión sexual y coacciones.
Además de la condena a Rubiales, el juez acordó absolver al exdirector de la selección española Albert Luque, al exseleccionador femenino Jorge Vilda y el exresponsable de Marketing de la Federación Rubén Rivera, para los que el Ministerio Público pedía una condena de 1 año y 6 meses de cárcel por un delito de coacciones.
A lo largo de 36 páginas, el juez concluye que, durante la entrega de medallas tras la victoria en el Mundial de Sidney en 2023, Rubiales “sujetó la cabeza de la jugadora con ambas manos, y de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora, le propinó un beso en los labios”.
Para el magistrado, se trata de un “acto reprochable que es realizado por el sujeto activo dentro de la euforia de la celebración”. Para Fernández-Prieto, “esta acción de dar un beso en la boca a la mujer tiene una clara connotación sexual, y no es la forma normal de saludar a las personas con quienes no se mantiene una relación de afectividad”.