Pase y dedicatoria

❘ barcelona ❘ Billete a cuartos y dedicatoria al cielo. El Barça selló su billete con una exhibición, sobre todo en la primera mitad con un doblete de Raphinha y una genialidad de Lamine Yamal, que sirvió para conseguir una victoria ante el Benfica (3-1) para dedicar al doctor Carles Miñarro, fallecido el sábado. Los azulgrana, que no sufrieron en ningún momento, ya esperan rival, que saldrá de la eliminatoria de hoy entre el Lille y el Borussia Dortmund que está empatada.

El Benfica, tras el 0-1 de la ida, salió a apretar arriba, con una presión que llegaba hasta el área rival, pero el Barça también quiso ir a buscar al rival y gozó de las mejores ocasiones en el primer tercio del encuentro, como en un disparo de Lamine Yamal a pase quirúrgico de Pedri o un flojo remate de Robert Lewandowski. Y, a la tercera, fue la vencida. Una gran jugada de Lamine Yamal desde la derecha, en la que rompió la cintura a un Florentino que se fue al suelo, con posterior internada del extremo, terminó en un pase inesperado, pero precioso, a un Raphinha que esperaba esa asistencia y le pegó al balón de primeras para abrir el marcador. Ahí ya respiraron muchos, aunque sin ‘chispa’ no hay emoción.

Y el Benfica no tardó nada, apenas un minuto, en volver a igualar el partido y poner algo de morbo, ni que fuera por unos minutos. Lo hizo en jugada a balón parado, en un córner peinado en el primer palo y con un remate a placer de Otamendi, libre de marca. Y Szczesny, en la línea de gol hundido, llegó a tocar pero no pudo evitar el empate. El partido aflojó un poco, siempre con el Barça sobando el balón, hasta que llegó la magia del de Rocafonda. Porque Lamine Yamal se harta de que le digan que lleva un tiempo sin marcar, porque está claro que es el santo y seña del presente y largo futuro de este Barça. El canterano marcó un golazo que cambió el duelo y la eliminatoria. Salvó con mucha fe un saque de banda en contra, encaró y superó a Tomás Araújo y se inventó una rosca larga, con precisión y mimo que entró por el palo largo de un incrédulo Trubin.

Pese a que la afición del Benfica, numerosa y ruidosa, decidió simular un ‘infierno rojo’ en Montjuïc encendiendo varias bengalas, el Barça recuperó el balón y el ‘tempo’, dejando sin ocasiones a los portugueses. Además, lo hicieron de forma valiente. En una presión alta, Dani Olmo recuperó un balón y vio solo a Lewandowski, que disparó demasiado centrado, facilitando el despeje de Trubin. Por suerte para el Barça, Raphinha sí mostró el camino a seguir y, casi en la siguiente jugada, volvió a disparar cruzado y marcó. Undécimo gol para el brasileño en esta Champions, reforzando su candidatura a máximo goleador de la competición.

Tras el descanso el Benfica no pudo cambiar las cosas. Un gol rápido hubiera abierto el cruce, pero el Barça salió listo y con la premisa clara; tener el balón. Evitado el susto inicial, fue el Barça quien tuvo las ocasiones más claras para seguir confirmando el pase a los cuartos. Quizá la mejor fue una contra conducida por De Jong que el propio neerlandés no pudo culminar en gol, tirándose al suelo para rematar un centro de Lamine. Los últimos minutos sirvieron para que Hansi Flick dosificara esfuerzos con los cambios pensando en el próximo duelo liguero contra el Atlético de Madrid.

“Me encanta la mentalidad de los jugadores y, además, se divierten”

Hansi Flick se mostró muy satisfecho por el triunfo y por el pase a los cuartos de final. Destacó el gran ambiente que hay en la plantilla y elogió de forma tajante a Pedri y Lamine Yamal. Del canario aseguró que “es increíble ver lo que hace con pelota y sin. Es el mejor del mundo en su posición”, mientras que del canterano se felicitó por su gol. “Estoy muy contento por él, hacía tiempo que no marcaba. Él también estaba feliz porque ha sido un gol importante para nosotros. Ha estado genial”, indicó.

No rehuyó hablar del título y comentó: “Sí, es complicado ganar la Champions, pero esperamos poder lograrlo”, al tiempo que tuvo un recuerdo para el doctor Miñarro. “Carles siempre tendrá un sitio especial en nuestro equipo”.También se deshizo en elogios hacia la plantilla. “No digo que sea fácil, pero día tras día se mejora. Me encanta la mentalidad de los jugadores y, además, se divierten y hay un ambiente maravilloso”, señaló el técnico germano.

Lamine, el más joven en marcar y asistir en un partido

Con 17 años y 241 días, Lamine Yamal se convirtió ayer en el jugador más joven en marcar y dar una asistencia en el mismo partido de la Champions League, superando el récord anterior establecido por Breel Embolo en 2014, con 17 años y 263. “Este gol está al nivel del de la Eurocopa. Siempre intento ese chut y hoy ha salido”, dijo Lamine, que subrayó que el Barça intentará “ganar todo lo posible” y este curso “ya hemos demostrado que podemos competir”.

El partido se paró unos minutos por el Ramadán

El partido se detuvo durante un par de minutos cumplido el primer cuarto de hora de juego para que los jugadores de ambos equipos pudieron acudir a sus respectivos banquillos para beber y comer. El motivo no fue otro que el Ramadán. Con la caída del sol, los jugadores que lo siguen pueden volver a alimentarse, de ahí que varios jugadores lo aprovecharon. En el Barça lo siguen Lamine Yamal y Ansu Fati, y en Benfica, Kokçu, Akturkoglu y Amdouni.

El PSG gana al Liverpool en los penaltis y Bayern e Inter no fallan

El PSG de Luis Enrique estará en cuartos después de derrotar ayer al Liverpool en la tanda de penaltis. Dembelé igualó la eliminatoria en el minuto 12 y el 0-1 no se movió ni en la prórroga. Por su parte, Inter de Milán y Bayern de Múnich saldaron el trámite sin problemas y se verán las caras en cuartos. Los bávaros batieron al Leverkusen por 0-2, dejando la eliminatoria en un claro 5-0, mientras que los milaneses, que ya habían ganado 0-2, vencieron por la mínima (2-1) al Feyenoord (4-1 global).

El Atlético apela al Metropolitano contra el Madrid

Atlético de Madrid y Real Madrid se enfrentan hoy (21.00) en la vuelta de los octavos de final, un derbi definitivo en Europa que decidirá el Riyadh Air Metropolitano, un feudo que ni mucho dominan y ante el que los blancos deben rebelarse para defender su escasa renta conseguida en la ida (2-1), con los rojiblancos apelando a su fortín para empezar a construir la remontada y eliminar a su eterno rival en Europa por primera vez en su historia.