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Media salvación del Hiopos Lleida, que gana en la prórroga en la pista del Granada
Victoria épica del Hiopos Lleida en la prórroga en la pista del Granada, al que ahora aventaja en dos triunfos más el ‘average’. Acaba con 5 meses sin ganar lejos del Barris Nord

Muric y Bozic se abrazan en el suelo tras conseguir la victoria. - ACB PHOTO/FERMÍN RODRÍGUEZ
El Hiopos Lleida dio ayer un paso de gigante para alargar un año más su idilio con la ACB. Los hombres de Gerard Encuentra sumaron la octava victoria del curso tras derrotar a un rival directísimo como el Granada, y en su pista (82-85), rompiendo así una sequía de casi cinco meses sin ganar lejos del Barris Nord. Un triunfo que hunde al cuadro nazarí, al que ahora deja a dos victorias más al average, y con tres de ventaja sobre el Coruña, que ayer perdió su duelo directo con el Breogán y sigue colista. El Hiopos ganó un partido que se le puso muy cuesta arriba, de hecho casi lo tenía perdido, pero un triple casi ‘in extremis’ de Edo Muric forzó una prórroga, la tercera de la temporada, en la que los leridanos, esta vez sí, fueron más solventes, liderados otra vez por Batemon y Bozic.
La victoria del Girona en la víspera aumentaba más si cabe la importancia del duelo de ayer y la urgencia de ambos conjuntos, más exigente para los nazaríes, que no podían permitirse otro tropiezo ante un rival directo. Es por ello que el partido arrancó atropellado, con ataques nada fluidos y sin rebote defensivo para ninguno de los dos. En ese caos, el Granada fue el que mejor se adaptó y tomó la delantera. Anuló por completo a Batemon, muy vigilado, y la producción del Hiopos cayó en picado. Prueba de la empanada que tenían los leridanos ayer fue que solo fueron capaces de anotar una canasta en juego en todo el primer periodo. Fue un mate de Hamilton superado ya el ecuador del cuarto (12-6). El resto de los 12 puntos llegaron desde la línea de personal, con un 10 de 14. Además, las seis pérdidas y los seis rebotes ofensivos concedidos permitieron a los andaluces, liderados por los triples de Bamforth (2) y del debutante Silverio, cerrar el primer asalto con nueve puntos arriba (21-12), una desventaja que pudo haber sido mucho mayor.
En el arranque del segundo cuarto el Hiopos mejoró sus prestaciones y un parcial de salida de 0-5, con cuatro puntos de un Bozic que empezaba a ser importante, obligaron a Pablo Pin a parar el juego (21-17). El cuadro leridano seguía sufriendo para anotar y solo Paulí aguantaba el tipo. Siete puntos del gerundense ayudaron a que la desventaja no creciera más allá de los seis puntos (34-28), que quedó reducida a tres (34-31, m.18) después del triple anotado por Walden, el primero y el único en toda la primera mitad. Pero otro bajón leridano permitió a los andaluces llegar al descanso dominando por doce (43-31) y comenzar el tercer asalto alcanzando su máxima renta en todo el duelo, trece tantos (45-32).
Fue otro cuarto para olvidar, en el que el Hiopos sobrevivió de nuevo gracias a los tiros libres y a la garra de Bozic y, sobre todo, de Villar, que hicieron que la desventaja se mantuviera en doce al final del periodo (59-47). Pero todo empezó a cambiar en el último asalto. Un parcial de 3-8 –los ocho puntos fueron de tiro libre, seis de ellos de Batemon (51 lanzados por 24 del rival en todo el duelo)– obligó a Pin a parar de nuevo el partido con 62-55. El Hiopos volvía a hacer la goma, pero esta vez completó la remontada. A la producción de Batemon y Bozic se sumó Paulí, con un triple, y faltando 4:46 para el final los leridanos volvieron a ponerse en ventaja (64-65), completando un parcial de 5-18 en poco más de cinco minutos. El Granada, que empezaba a acusar la presión, aguantó el golpe gracias a su referente, Noua. A 1:12 para la conclusión, los nazaríes ganaban por cinco (73-68). Parecía misión imposible, pero Batemon puso el 73-70 y después de que Paulí errara un triple para empatar, Muric, aprovechando un clamoroso error local, al no cometer falta, transformó un triple a cuatro segundos del final, forzando, además, la personal.
Pero el esloveno no anotó el tiro libre que hubiera dado la victoria y el partido se fue a la prórroga. Tras un inicio de tiempo extra con intercambio de canastas (80-80), un 2+1 de Villar puso en ventaja al Hiopos (80-83). Valtonen recortaba distancias (82-83), pero Walden, con dos tiros libres más, situó de nuevo los tres de renta a 21 segundos para el final. Pin pidió tiempo para una última jugada que le salió mal, ya que Rousselle perdió el balón, pero Batemon no agarró bien la pelota en el contragolpe y permitió a los nazaríes gozar de dos lanzamientos triples que ni Bamforth ni Rousselle acertaron, certificándose así un triunfo leridano que vale media salvación.