Más de un millar de empleados del hogar trabaja en negro en Lleida

Más de un millar de empleados del hogar en la provincia trabajan en negro, es decir, no están afiliados a la Seguridad Social y, por lo tanto, no están cotizando. Así se desprende de extrapolar a Lleida el informe hecho público esta semana por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que calcula que al menos 30 de cada cien empleados en tareas domésticas no aparece en las estadísticas oficiales del ministerio de Trabajo. En concreto, cifra en España en 189.777 las personas que trabajan en el sector sin estar dadas de alta. Teniendo en cuenta el peso de Lleida en la afiliación con respecto a España, en el caso de la provincia estaríamos hablando de más de un millar de trabajadores en negro en Ponent.

Este elevado volumen de empleo sin cotizar es muy superior al registrado a otros sectores, que la OIT calcula que se sitúa en España en torno a un 20%.

Desde 2011, el número de afiliados al sector en la provincia ha crecido un 38% y congrega a 2.646

El Gobierno central introdujo en 2011 una serie de reformas legislativa en pos de la regularización de los empleados del hogar, pero la OIT advierte que no han sido suficientes. Las reformas en el caso de Lleida, como en el conjunto del Estado, supusieron un avance, aunque insuficiente. En el año 2011, en la provincia había 1.917 afiliados en el sector y se calculaba que al menos otras 2.000 personas trabajaban en negro, mientras que el pasado mes de agosto la cifra de cotizantes alcanzaba los 2.646. Es decir, se ha producido un incremento de afiliados del 38%, pero aún queda mucho camino por recorrer.

La OIT apuesta porque España contemple “un impulso legislativo y nuevas reformas”. Defiende que la cotización de este colectivo lleve aparejado también el reconocimiento al desempleo, ya que el sector doméstico es el único grupo laboral que no tiene derecho a estas prestaciones.

El informe también subraya que la formalización de buena parte del sector doméstico estos años contribuyó a mitigar la destrucción de empleo durante la crisis, ya que sin estas nuevas afiliaciones la caída de cotizantes a la Seguridad Social habría sido aún mayor. De hecho, las personas afiliadas al empleo del hogar pasaron de representar el 1,7 % en 2011 al 2,5 % del total de afiliados al sistema en 2015, un aumento de peso que tuvo lugar además en plena crisis económica. El informe de la Organización Internacional del Trabajo también constata que un 33% de las empleadas trabaja menos de 20 horas semanales, un 30 % más de 40 horas a la semana y un 17% menos de diez.