LLEIDA
¿Tractores o Ferraris?
Sant Miquel pone de manifiesto que el sector agrario está cada vez más profesionalizado e invierte más en tecnología || Visitar la Fira, una tradición muy arraigada en las comarcas de Lleida
Hay que dejar aparcados los clichés en la plaza Bores para adentrarse en los Camps Elisis y visitar Sant Miquel, una feria de referencia dentro del sector agrícola, con 62 ediciones a sus espaldas. Aunque se vean muchos sombreros de paja de postureo, los payeses que la visitan están más pendientes de la tecnología que del cielo. Ramon Millá, de Alguaire, tiene el estand lleno de curiosos. Los mayores de 65 no se resisten a la nostalgia y se sientan en un tractor que no está a la venta, pero que acapara muchas miradas y aún más cámaras de móvil. “Lo compró una familia de Les Garrigues hace más de 50 años”. A su lado, un impresionante Deutz Fahr Warrior negro que es el más solicitado por los niños. También es un tractor, pero no tiene nada que ver. “Cuesta 130.000 euros más el IVA”. Y el tractor solo de poco sirve. Hay que adquirir aperos que valen de diez mil a cincuenta mil euros. Precio de Ferrari. Millá dice que los agricultores están cada vez más profesionalizados, por lo que invierten en la maquinaria que les permite ser más eficaces. “Hay tres como este que ya están trabajando en los campos de Lleida”. Tractores con un sistema de navegación que parece un iPad, luces para alargar la jornada más allá de la puesta de sol y homologación para circular a 50 km/h.
Pau Porta y Joan Torrelles, de Rosselló, son incondicionales de la Fira. “Aquí me compré la atomizadora”, explica Porta. Aunque ahora se fija más en los ascensores que se promocionan en los Camps Elisis. “A mi edad hay que ir pensando en otras cosas, aunque me gusta seguir viniendo y ver las novedades del sector”. Para los leridanos es casi una tradición. “Se hace en el momento oportuno del año”, sentencia Josep Farré, de Gimenells. Él sale cargado con cazuelas de barro. “Siempre encuentras alguna cosa”. Porque, no solo de fruta, maquinaria agraria y productos fitosanitarios vive el visitante de Sant Miquel. Chimeneas, ventanas, barbacoas, bombas hidráulicas de energía solar, sofás de cuero... La lista de expositores es larga. Hay dos ferias en una. La del gran público que curiosea y la de los profesionales que llenan las jornadas técnicas y se interesan en productos muy especializados, como las bombas hidráulicas que funcionan con energía solar de HidroLec, el molino móvil Concept1 para hacer tu propio aceite a pie de finca, o el programa informático que presenta Isagri para que el agricultor pueda controlar sus parcelas desde el teléfono móvil. “Las jornadas en el campo son muy largas y cuando se llega a casa, lo último que apetece es tener que sentarse ante el ordenador para introducir datos”. Vía smartphone se puede saber qué finca resulta más productiva, qué coste real ha tenido la cosecha, cuándo regar o qué producto fitosanitario resulta más eficaz . Porque la informática ya está en el campo. Y en la Fira de Sant Miquel.
Los estands especializados para profesionales conviven con productos para el gran público que visita la Fira.
La tecnología avanzada se cuela en la feria de referencia del sector agrario desde hace 62 años
De hecho, los drones para usos agrícolas ya hace tiempo que se codean de tú a tú con los tractores, aunque no sean tan fotogénicos.