AGRICULTURA FRUTA
Recoger la fruta en el momento óptimo se traduce en 10 toneladas más por hectárea
Investigadores del IRTA alertan, además, que una recolección antes de tiempo equivale a una caída en picado de la satisfacción del consumidor || El calendario, clave para la manipulación del producto
Coger la fruta demasiado pronto, sin que el producto se sitúe en torno a su fecha óptima de maduración, se traduce en una pérdida de kilos y, además, en la caída en picado de la satisfacción de los consumidores. Así queda claro en un estudio elaborado por los investigadores del Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentaria (IRTA) Ignasi Iglesias y Gemma Echevarria publicado en la revista científica Scientia Horticulturae. “En concreto, el análisis se centra en la nectarina Big Top, de recolección en época media y de alta coloración, pero puede ser una base de aplicación para otras frutas, en especial en lo que se refiere al gusto de los consumidores”.
En concreto, se calcula que coger la fruta demasiado pronto puede suponer la pérdida de hasta 10 toneladas de producción por hectárea en caso de que la recolección se realice con una semana o más de antelación sobre lo que se considera óptimo. Teniendo en cuenta que Lleida tiene 9.215 hectáreas plantadas con nectarinos da una idea de la repercusión que puede tener el calendario de recogida.
El sector se muestra preocupado por la baja ingesta de fruta y aboga por la promoción
Si el volumen de producción es importante, también hay que tener en cuenta la satisfacción del consumidor, y con ello el volumen de la compra de fruta, va en función de ella tanto por el aspecto de la fruta, como puede ser por el tamaño o el color, como por las cualidades gustativas. Así, datos ofrecidos por Ignasi Iglesias ponen de manifiesto que una fruta recolectada en el momento óptimo puede traducirse en una satisfacción que supera el 90% de los consumidores, pero esta cae a poco más del 60% si la fruta ha salido del árbol diez días antes.
La polémica está servida, teniendo en cuenta por una parte, según fuentes del sector, que es necesario recoger la fruta con una cierta dureza que garantice las menores pérdidas en su manipulación, en especial a mercados lejanos. Pero, por otra, el gusto del consumidor y con ello las ventas.
lleida
Una de las grandes asignaturas pendientes en estos momentos para el sector de la fruta dulce es el bajo consumo en el mercado interior. Los datos del ministerio de Agricultura ponen de manifiesto una caída de la ingesta de melocotones y peras y apenas se aprecia un ligero repunte en el caso de la manzana. Por ejemplo, el consumo medio era de 4,20 kilos de melocotones per cápita en 2013 y el año pasado apenas se contabilizaron 3,71. En el caso de la pera, se ha pasado de 5,88 kilos a 5,49 en el mismo período, mientras que la manzana es la única de las frutas de gran producción en la provincia de Lleida que registra incrementos en el consumo, aunque sean limitados. En concreto, se ha pasado de 10,97 por habitante y año en 2013 a 11,28 el pasado año.
Además de tratarse de cifras muy bajas, se sitúan a años luz de las que se registran en otros países. Por ejemplo, según datos facilitados por Ignasi Iglesias, responsable de innovación varietal del IRTA, en la campaña 2011/2012, el consumo medio en Italia de melocotones superaba los 30 kilos y en Grecia rondaba los 20. Es decir, que llega a ser hasta ocho veces superior al que se registra en España.
El sector de la producción defiende la necesidad de poner en marcha campañas de promoción y se muestra especialmente preocupado por la baja ingesta de fruta entre los jóvenes. El programa de fruta en las escuelas, precisamente, intenta crear nuevos consumidores.
La salud y el buen sabor, lo que más importa a los consumidores El sabor y los beneficios para la salud son dos criterios principales a la hora de que un consumidor se decante en la compra de un producto alimentario y, en tercer lugar, destaca que éste ha de ser “práctico” a la hora de la ingesta. En el caso de la fruta, una encuesta aportada por Ignasi Iglesias afirma que los consumidores la asocian en un 73% con un alimento saludable y un 22% con un producto natural. Es decir, tiene una imagen positiva que habría que potenciar para conseguir incrementar la ingesta en los hogares. sobre las frutas que más gustan, el 22% se decanta por las manzanas y las peras, un ranking encabezado por el melón.