¿Podría la banca ética solucionar parte de la crisis?

Un total de 215.000 personas han confiado su dinero a un banco ético el año pasado (los últimos datos oficiales que hay), un 15% más que en el 2014. Las previsiones son que esta cifra de clientes siga creciendo, según el Barómetro de las Finanzas Éticas y Solidarias 2015.

Para el profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC Augusto Rodillos, la banca ética «puede solucionar parte de la crisis sistémica que vivimos» porque invierte en proyectos sociales y medioambientales y huye de los especulativos. «Para que esta escena se convierta en una realidad hace falta que los poderes fácticos faciliten crecer a este tipo de entidades, y sobre todo que las personas tomen conciencia que es mejor depositar el dinero en una banca ética a un tipo de interés bajo, de lo que en una especulativa con un tipo de interés más elevado», explica al experto en economía social y solidaria.

Si la gente lo conociera y se parara cinco minutos a pensar, muy probablemente tomaría otras decisiones

Según Corrons, la mayoría de gente no sabe qué hacen los bancos con su dinero: «Hay informes que detallan los millones que se gastan determinadas entidades financieras en armamento y, por lo tanto, en guerras y en vidas humanas». Estas entidades –añade el experto– también hacen inversiones millonarias en proyectos que especulan con el precio de los alimentos y que, al final, desembocan en desigualdades y hambre en el mundo. «Si la gente lo conociera y se parara cinco minutos a pensar, muy probablemente tomaría otras decisiones. Parece que las nuevas generaciones ya lo están haciendo, pero todavía queda mucho camino por recurrir|recorrer», puntualiza Corrons.

Defienden que la banca ética cuida al trabajador

Según el experto, aparte de no especular, no invertir en armamento y cuidar del medio ambiente, la banca ética tiene en cuenta su capital humano. «Los salarios entre el equipo directivo y el trabajador raso no son tan diferentes como es habitual. Al mismo tiempo también impulsa medidas de responsabilidad social corporativa».

¿Son lo bastante rentables los proyectos éticos?

La banca ética que opera en el Estado gestiona actualmente 1.800 millones de euros de ahorros, un 18% más que el año pasado. Como en la banca tradicional, todo este dinero ‒matisa Corrons‒ es invertido en proyectos viables. ¿Dónde está, pues, la diferencia? «La banca ética no persigue que el proyecto dé grandes rentabilidades, sino simplemente que sea viable económicamente», puntualiza el experto. Con todo, asegura que el dinero estará igual de seguros en una banca tradicional que en una ética.

Responsabilidad social corporativa en la banca tradicional

Entidades financieras tradicionales también apuestan por introducir la responsabilidad social corporativa en sus líneas de actuación. El profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, Josep Lladós, explica que cada vez más la banca tradicional mejora la oferta de productos de ahorro introduciendo medidas de RSC. Un ejemplo: la Obra Social 'la Caixa' destina cuatro millones a 154 proyectos sobre inclusión sociolaboral.

Los orígenes de la banca ética La economía solidaria nace a escala mundial a la década de los noventa, en el marco de los movimientos de economía alternativa que exigían la aplicación ética de los negocios. La guerra del Vietnam y el régimen de apartheid en Sudáfrica hicieron que la ciudadanía tomara conciencia que su dinero podía estar destinado a armamento. La banca ética llega al Estado con la apertura de la primera sucursal de Triodos Bank en Barcelona, el año 2004. Actualmente, operan también Fiare, Coop57 y Oikocredit, entre otros.