Una empresa de Benavent de Segrià quiere hacer prospecciones para encontrar oro y plata en el Ripollès
Presenta una solicitud a la Generalitat para sondear cerca de 8.000 hectáreas y el territorio gerundense se opone
Una empresa de Benavent de Segrià ha presentado una solicitud a la Dirección General de Energía y Minas del departamento de Empresa de la Generalitat para buscar oro, plata y otros minerales en el Ripollès. Según publica el Boletín Oficial del Estado (BOE), la sol·licitut de la firma leridana, registrada con el título 'Serentill 10.323', pide permiso para investigación minera en cerca de 8.000 hectáreas (261 cuadrículas mineras) en los términos municipales de Toses, Planoles, Queralbs, Ribes de Freser, Campelles y Pardines.
La solicitud está pendiente de que el Govern resuelva las alegaciones al proyecto. En este sentido, el Consejo Comarcal del Ripollès y los ayuntamientos de la zona se han puesto a la posibilidad de que la empresa de Benavent de Segrià abra minas de oro y plata en el territorio gerundense porque consideran que afectaría negativamente al patrimonio natural de la Vall de Ribes, próximo al Parc Natural de les Capçaleres del Ter i del Freser.
¿Vuelve la fiebre del oro?
En Ponent la recuperación de la búsqueda de oro ya ha proliferado en los últimos años, aunque en el agua de los ríos, ya que el mineral se puede encontrar en depósitos aluviales de fácil acceso y explotación
Hace más de 600.000 años, en el periodo del pleistoceno, dos ríos bajaban del Pirineo con gran cantidad de materiales que fueron depositados en una zona extensa y llana donde confluían los dos cursos, el Segre y el Noguera Pallaresa. Se trata de la zona de Balaguer y las terrazas de la Plana del Corb. El origen hay que buscarlo en la parte norte de los pirineus entre la Vall d'Aran y la Cerdanya. La zona de Balaguer es especialmente rica, ya que en sus terrazas se depositan de 4 a 8 partículas de oro por cada 10 litros de grava y arena.
En el siglo I, escritores romanos ya citan la riqueza de este metal en el Pirineo e historiadores del siglo II también hablan de la pureza de este metal. Se documenta en los siglos V y VII la circulación de monedas de oro en yacimientos como el Bovalar de Seròs, la Cova del Parc d'Obi de Segre, en la Valleta d'en Valero a Soses o el Racó de la Pampa de Seròs.
En las últimas décadas la práctica deportiva de extracción de oro de los ríos ha entrado con fuerza en todo el mundo a través de concursos de buscadores de oro, como el de Balaguer. El Centro de Interpretación del Oro de Balaguer ofrece la posibilidad de revivir esta práctica con las antiguas bandejas para que los visitantes puedan transformarse en auténticos buscadores de oro.