¿Cómo es el trabajo ideal? El salario emocional, una de sus características
Formación y flexibilidad de horarios son ejemplos de esta retribución no monetaria que retiene a los profesionales en la empresa, según explican expertos de la UOC
Un trabajador que pueda conciliar la vida laboral con la personal y haga un horario flexible, que tenga un jefe que le reconozca el trabajo y le dé autonomía, que disponga de un buen clima de trabajo y pueda formarse y crecer dentro de la empresa es un trabajador «motivado y productivo», explica Eva Rimbau, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y experta en recursos humanos. Las empresas que aporten este salario emocional a sus profesionales «aumentarán la motivación», con un coste inferior a lo que representa un «incremento salarial», dice Rimbau.
Y no sólo incrementa la motivación y el compromiso de los trabajadores dentro de la empresa, sino que el salario emocional «reduce el absentismo laboral y fideliza a los empleados», dice Gina Aran, profesora del master de Dirección y gestión de recursos humanos de la UOC. Es más difícil que un trabajador se plantee marcharse cuando la empresa «le satisface necesitados personal y profesionales» y estas son percibidas como un «bienestar», añade Aran.
Cuando se ofrecen recompensas no económicas que el trabajador percibe positivamente, «este trabajador tiende a devolverlas a la empresa en forma de esfuerzo y motivación y más predisposición a quedarse», explica Rimbau.
¿Google es un ejemplo a seguir?
Google, por poner un ejemplo bastante conocido, ofrece clases de yoga, fitness, escalada y atletismo y dispone de salas de ping-pong y videojuegos para sus trabajadores. ¿Todas las empresas tendrían que hacer igual? Rimbau dice que es una cuestión de comparar costes y beneficios: «Si estos beneficios adicionales sirven para retener trabajadores muy cualificados que añaden mucho valor a la organización y serían difíciles de sustituir, puede ser una inversión acertada», comenta.
La experta de la UOC alerta, también, que los trabajadores pueden percibir de diferente manera los beneficios de este tipo de compensación. Hay estudios que dicen que la conciliación de la vida laboral con la personal y las posibilidades de aprendizaje y desarrollo resultan más atractivas para las mujeres que para los hombres, y hay estudios que dicen justo el contrario. «Depende de muchos factores, como el cultural, el social, el sector laboral...», comenta Rimbau.
¿CÓMO ES EL TRABAJO IDEAL? Según estas expertas de la UOC, es el que permite al trabajador: . sentirse útil y valorado, . aplicar sus competencias, . tener autonomía y buen clima de trabajo, . avanzar en su desarrollo personal y profesional, . ser compensado correctamente, . disfrutar de bienestar físico y emocional, . formarse, . obtener una retribución basada en el mérito (no sólo fija), . tener tareas interesantes y variadas, . participar en la toma de decisiones. Así, una empresa que no apuesta por recompensar a sus trabajadores con salario emocional «pierde competitividad —dice Aran- y corre el riesgo de dejar escapar talento. «Si la competencia les paga un poco más, se puede llevar a los mejores trabajadores», concluye Rimbau.
nacional-internacional
El PSOE pide subir un 8% el salario mínimo como requisito para apoyar el déficit