“La crisis económica en Lleida se puede dar por terminada, no los estragos causados”

“La crisis económica en Lleida se puede dar por terminada con cierta rotundidad en términos de destrucción de empleo y de valor añadido bruto (VAB). Esto no quiere decir que no pueda haber choques exteriores en un futuro ni que se hayan superado los estragos provocados por los años de crisis”. Así lo afirmó ayer el profesor emérito de Economía Aplicada de la UAB Josep Oliver, al presentar en LLeida el Anuario Económico Comarcal 2016 de BBVA CX. Como publicó SEGRE, la economía de la provincia creció el año pasado un 2,3%, según este Anuario, por detrás de Catalunya, que alcanzó el 3,4%. De cara a este año 2016, sus previsiones apuntan a que la economía local seguirá también creciendo a niveles inferiores del promedio catalán y lo sitúa entre 2,8 y el 3%, a tenor de los datos parciales de los tres primeros trimestres y a la espera de resultados cerrados de sectores tan importantes como el agrario. El sector energético, marcado por el año hidrológico, apunta a mejores resultados a nivel macroeconómico y por tanto de Valor Añadido Bruto en especial de las comarcas de montaña aunque, como reconoció, no tiene efectos para las familias en términos, por ejemplo, de renta. Sobre el empleo, Oliver apuntó que se ha recuperado un 10% del 18% perdido durante la crisis.

Apuntó similitudes y diferencias de esta salida a la crisis con respecto a la vivida por la economía española en los años 90 del siglo pasado. Destacó que en esta ocasión no se cuenta con el empuje ni de la construcción ni el motor público (inversiones de las administraciones). Esta salida de la crisis pasa por la capacidad competitiva internacional, reflejada en el incremento de las exportaciones, y los servicios privados. En este punto hablamos de hostelería, comercio, transporte y servicios a las empresas. En el caso de Lleida se aprecia dos realidades diferentes, mientras en la montaña se benefician del empuje turístico, aunque en menor medida que comarcas de Girona o Barcelona, en el llano no cuenta con esta demanda. En cuanto a la construcción, se aprecia una cierta recuperación después de haber tocado fondo en 2015. Con todo, como en otros aspectos, la tímida expansión va más retrasada que en otros puntos de Catalunya. De hecho, Lleida, por su estructura económica, suele tardar más en entrar en recesión, pero también le cuesta más la recuperación.

Se ha recuperado un 10% del 18% de empleo destruido durante la crisis económica, según Oliver

En el capítulo de la industria, apuntó que la leridana lleva dos años con incrementos relevantes (2,3% y 2,6%, respectivamente), pero aún así aún faltan de dos a tres años para reabsorber todos los efectos de la crisis y con la agroalimentaria como el gran puntal.