AGRICULTURA COMERCIO
Más de 560 negocios de venta de proximidad de payeses de Lleida están ya en marcha
En muchos de los casos comercializan directamente sus productos, transformados o no, para diversificar y mejorar resultados || Crece el número de consumidores interesados en alimentos de “kilómetro 0”
Venta de proximidad, de circuito corto o de kilómetro 0 son conceptos que ganan cada vez más adeptos entre los consumidores que buscan alimentos de calidad, y casi se podría decir poner cara al agricultor o ganadero de los que se surten a la hora de llenar la cesta de la compra. Pero también está suponiendo una oportunidad de diversificación y de negocio para los profesionales del campo, en especial para poder conseguir un mayor valor añadido para sus producciones. En estos momentos, Lleida tiene en marcha 563 proyectos de venta de proximidad de agricultores, ganaderos o agrupaciones reconocidos por la conselleria de Agricultura. Se trata de venta directa o, como máximo, con un intermediario entre el campo y la mesa. En algunos casos son ellos mismos los que han abierto una tienda, en otros, cuentan con la distribución, fundamentalmente de tiendas dedicadas a oferta gourmet, venden en mercados o incluso por internet.
Por comarcas, el Segrià es la que tiene de largo más proyectos, con 137, seguida de la Noguera (94), Les Garrigues (79), el Pallars Jussà (63), el Solsonès (33), el Urgell (33), el Pla d’Urgell (28), la Alta Ribagorça (22), el Alt Urgell (21), el Pallars Sobirà (20), la Segarra (19) y la Cerdanya (14), según los datos facilitados por la conselleria de Agricultura.
También se ha creado una asociación para defender que no haya quien quiera aprovecharse del esfuerzo de estos agricultores y ganaderos y hacer pasar producciones ajenas como de proximidad. Los establecimientos y los productos pueden contar con el sello identificativo “Venda de proximitat directa”.
Algunos de los protagonistas de este tipo de negocios explican que han apostado por esta fórmula como una vía para diferenciarse, para buscar valor añadido a sus producciones y para mejorar la rentabilidad de sus fincas y de sus granjas. En general se muestran satisfechos por los resultados, pese a advertir que también supone muchos esfuerzos, desde el propio de dar el salto a la comercialización, y en muchos casos la transformación, a la creación de marca. Con todo, consideran que el futuro del sector pasa por ganar valor añadido.
Además, advierte de la necesidad de contar con una marca propia. “Si no consigues una marca, la gente no te puede reconocer. Si no tienes marca no existes”, asegura.