Cerca de 95.000 personas firmaron un contrato el año pasado en Lleida

Lleida es la provincia catalana con el índice de rotación laboral es más bajo. Es decir, donde un trabajador suscribe menos número de contratos al año. Así lo pone de manifiesto un estudio elaborado por la conselleria de Trabajo que especifica que el año pasado un total de 94.996 trabajadores firmaron un total de 171.118 contratos. Es decir, que cada persona firmó un promedio de 1,8 contratos, mientras que la media catalana alcanza los 2,5. Estos datos ponen de manifiesto que tras las cifras de crecimiento de la contratación sigue latente la precariedad de la misma.

El año pasado, el 56,7% de las personas contratadas en Catalunya tuvieron solo un empleo, fuera temporal o no, mientras que el resto tuvieron al menos dos contratos.

Garrigues, Noguera, Segarra, Jussà y Solsonès, las comarcas con menos rotación de Catalunya

Aboga por limitar el IVA reducido, lo que en la práctica supone pedir subidas del impuestos

Las comarcas con menor índice de rotación de Catalunya son Les Garrigues, la Noguera, la Segarra, el Pallars Jussà y el Solsonés, con índices entre el 1,41 y el 1,53. El mapa de Lleida se completa con el Pla d’Urgell (1,58), el Urgell (1,66), Aran (1,72), el Segrià (1,96) y el Alt Urgell (1,99). Solo en el Pallars Sobirà se superan los dos puntos, concretamente con un índice del 2,14. La comarca en la que los trabajadores acumularon más contratos el año pasado es la Conca de Barberà, que alcanzó los 3,58 por trabajador que consiguió un empleo.

Por grupos de edad, los menores de 25 años son los que acumulan más número de pactos laborales por persona y curiosamente los que tienen estudios universitarios de primer ciclo son los que más rotan, pero en el lado opuesto del ranking se sitúan quienes han cursado otros estudios postsecundarios.

Las tres ocupaciones con más rotación están relacionadas con la salud y en general son los servicios el sector en el que se firman más número de contratos.

bruselas

La Comisión Europea (CE) advirtió ayer a España de que en su horizonte económico se vislumbran desafíos ligados a una elevada deuda pública, un déficit de las Comunidades Autónomas que no termina de estar bajo control y un mercado laboral que incentiva la contratación temporal. Insiste en que el paro y el riesgo de exclusión social siguen siendo demasiado altos pese a las recientes mejoras, y advierte de que “el uso generalizado de contratos temporales pude afectar negativamente a la situación social”.

Señala que la reforma laboral ha tenido un efecto “ligeramente positivo” para reducir la segmentación entre contratos indefinidos y temporales, pero que algunos aspectos de la misma “aún crean un incentivo” para los contratos temporales que, dice, “están asociados con peores condiciones de trabajo y mayor riesgo de pobreza”.

Bruselas subraya además que los beneficios sociales, salvo las pensiones, son “limitados” y son particularmente bajos para las familias.

El diagnóstico de la Comisión vaticina que el crecimiento económico, aunque se ralentizará, seguirá siendo “robusto” en los próximos meses.Pero, a renglón seguido, avisa de que sigue habiendo “grandes desequilibrios” que le hacen vulnerable a choques económicos en un contexto en el que el paro sigue siendo demasiado alto.

Por el flanco fiscal, la CE señala que España ingresa menos que sus socios de la eurozona, en particular porque hace un uso “extenso” de los tipos reducidos del IVA y porque sus tasas medioambientales están por debajo de la media europea. Advierte de que si se abordan estas “brechas” los beneficios para las arcas españolas podrían aumentar.