La sociedad leridana se ha empobrecido a un ritmo superior que la media catalana y estatal
El 34% de leridanos asalariados vivía por debajo del umbral de la pobreza en 2014, según un libro de la UdL
El porcentaje de leridanos asalariados que en 2014 vivían por debajo del umbral de la pobreza era del 33,93%, más de tres puntos porcentuales con respecto a 2008. Así lo constata el trabajo ‘La pobreza en Lleida: el impacto de la crisis sobre las rentas salariales y las pensiones’ (Ediciones de la UdL, colección Sud-Nord), de los profesores de la Universidad de Lleida (UdL) Joan Pere Enciso, Rafael Allepuz y Xavier Pelegrí.
Este libro analiza cómo la crisis ha afectado a los ingresos de las personas asalariadas, parados con prestaciones, las personas pensionistas y las que reciben la renta mínima de inserción, a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística y de la Agencia Tributaria entre 2008 y 2014 (último sobre el cual hay datos disponibles). La obra concluye que la sociedad leridana se ha empobrecido a un ritmo superior que la del conjunto catalán y español. La renta familiar bruta disponible por habitante se había reducido en Lleida un 23,18% entre el 2008 y el 2012.
Entre las causas más importantes, se mencionan la reducción del número de personas ocupadas en un 10,82%, el proceso de devaluación salarial (12,48%), que entre los menores de 25 años llega al 40%, así como de las pensiones y de las prestaciones por desempleo.
El 60% de los pensionistas, explican los autores, recibían una pensión por debajo de la media catalana y española y los ingresos de las personas sin trabajo con prestaciones se redujeron un 20% entre 2010 y 2014.
Con respecto a la evolución de la renta mínima de inserción -a partir de datos de la Generalitat de Catalunya-, los importes ejecutados han aumentado en estos seis años proporcionalmente más en Lleida que en el conjunto de Catalunya, pero la cuantía de que recibe cada miembro destinatario ha disminuido.
La crisis también ha comportado el aumento de las desigualdades. En 2008, por cada 100 euros que recibía el 50% de la población de Lleida con menos ingresos, el 50% restante recibía 389. En 2014, ya eran 447 euros, un 14,91% más.
Otros datos que aporta la publicación ponen de manifiesto que las mujeres seguían teniendo unos ingresos inferiores a los hombres, sobre todo en la franja de mayores de 65 años. Aunque la brecha salarial había disminuido en el periodo analizado el diferencial seguía siendo relevante, de unos 17 puntos porcentuales.
Este es el segundo libro que los mismos autores dedican al tema de la pobreza a Ponent, la anterior, 'Nueva y vieja pobreza en las comarcas de Lleida. Percepción desde los servicios sociales', también era fruto de un estudio financiado por la Oficina de Desarrollo y Cooperación de la UdL que se publicó hace dos años en la misma colección.