Más caro con menos ingresos

Mirando en detalle, la cifra con la subida más escandalosa es la de la luz. Según datos ofrecidos por Facua, en los últimos diez años el recibo de la luz se ha encarecido un 47,3% y ha pasado de costar una media de 48,59€ en 2007 a 71,3€. Estos datos revelan que el incremento de la factura de la luz en la última década ha sido 12,5 veces mayor que el de los sueldos. La subida del 15,4% en el precio de los carburantes afecta especialmente a aquellos que dependen de la gasolina o el gasóleo para trabajar: payeses, transportistas y particulares que utilizan el coche para ir al trabajo observan cómo llenar el depósito es cada vez más caro y sus beneficios no crece en la misma proporción. Pero si hay una subida verdaderamente alarmante es la protagonizada por el precio del agua en la ciudad de Lleida. La factura de un hogar medio en 2007 ascendía a 8,69€, y en la actualidad alcanza los 15,36€, según datos del Comú de Lleida. Algunos de los productos básicos de la cesta de la compra también se han encarecido muy por encima del sueldo medio y las pensiones. Según datos ofrecidos por la web oficial de comercio del gobierno central, el aceite de oliva ha incrementado su precio por litro un 21,26% entre mayo de 2007 y mayo de 2014, mientras que el envase de 250 gramos de café mezcla molido lo ha hecho un 39,8%.

Pese a que la ministra de Empleo, Fátima Bañez, dijo el pasado martes que ha llegado la hora de subir los sueldos, el acuerdo salarial entre sindicatos y patronales sigue sin llegar. El futuro de los pensionistas no es tampoco tranquilizador, pues según los sindicatos, el gobierno, mediante el Pacto de Toledo, aprobó “unilateralmente” desvincular las pensiones del crecimiento del IPC . Mientras sea así, su poder adquisitivo tampoco crecerá.