PENSIONES SEGURIDAD SOCIAL
Báñez achaca a la crisis el déficit de la Seguridad Social
Descarta cambios en la revalorización de las pensiones || Cargará a los Presupuestos las prestaciones no contributivas
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, que garantizó ayer la sostenibilidad del sistema de pensiones, dijo que el 70 por ciento de su déficit proviene de la destrucción de empleo durante la crisis económica, y reconoció la necesidad de obtener más ingresos.
La ministra insistió en que los presupuestos deben financiar de forma paulatina partidas o prestaciones que no están vinculadas a las pensiones. Señaló que la Seguridad Social paga cerca de 40 prestaciones de diferente naturaleza y abogó por avanzar en la financiación vía presupuestos, tal como está debatiendo la comisión del Pacto de Toledo en el Congreso.
El Gobierno rechaza crear un impuesto específico para mejorar los ingresos de la Seguridad Social
En este sentido, el Gobierno tiene previsto cargar a Presupuestos la financiación de prestaciones no contributivas de la Seguridad Social, aquellas prestaciones y gastos que no estén estrictamente vinculados con las cotizaciones sociales, vía por la cual se financia el sistema.
Si la Seguridad Social únicamente tuviera que financiar las pensiones y prestaciones contributivas, aseguraron desde el Gobierno, las aportaciones de trabajadores y empresarios serían suficientes para cuadrar las cuentas. Sin embargo, las previsiones de Moncloa para 2018 son de un déficit del 1,1 por ciento, la mitad del desfase de toda la Administración Pública comprometido con la Unión Europea.
Báñez restó importancia a la reciente disposición de 3.586 millones de euros del Fondo de Reserva y de otros 4.206 millones de euros del crédito extraordinario aprobado por el Estado para abonar la paga extraordinaria del mes de diciembre, y recordó que los préstamos del Estado a la Seguridad Social se remontan a muchos años atrás.
Por otra parte, desde el ministerio de Empleo se descartó también que vaya a haber cambios en torno al índice de revalorización de las pensiones, como pide la oposición al Gobierno, o impulsar un impuesto específico que pudiera mejorar los ingresos del sistema de pensiones de la Seguridad Social.