CaixaBank cierra 2017 con el beneficio récord de 1.684 millones, un 61% más
El Grupo CaixaBank ha cerrado 2017 con el mejor resultado anual de su historia, al obtener un beneficio neto de 1.684 millones de euros, casi un 61 % más que en 2016, tras la integración del banco portugués BPI. De hecho, la contribución de BPI a las cuentas de la entidad ha sido limitada, de 176 millones de euros, por lo que este crecimiento se ha debido, principalmente, al mejor resultado de CaixaBank en España, que ha alcanzado los 1.508 millones, un 44,1 % más que el año anterior, según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El margen bruto de CaixaBank ha llegado a 8.222 millones, un 5,1 % más que en 2016, por la mayor generación de ingresos básicos del negocio bancario (margen de intereses, comisiones e ingresos del negocio de seguros), que han aumentado un 18 % en el Grupo y un 8 % en CaixaBank, y la incorporación de BPI.
En una nota, CaixaBank explica que la rentabilidad del grupo ha mejorado desde diciembre 280 puntos básicos y se ha situado en el 8,4 %, cerca del objetivo establecido en el Plan Estratégico, de entre el 9 y el 11 %, mientras que el ROTE recurrente del negocio bancario y asegurador han alcanzado el 11,2 %, con un resultado de 1.748 millones.
Por su parte, en un contexto de tipos de interés en mínimos, el margen de intereses ha ascendido a 4.746 millones de euros, un 14,2 % más, impulsado por la incorporación de BPI, que ha aportado más del 9 % de crecimiento. Este margen ha aumentado un 5,1 % en CaixaBank, especialmente por la gestión de la actividad minorista, con una fuerte reducción del coste del ahorro a vencimiento.
Los ingresos por comisiones se han situado en 2.499 millones de euros, un 19,5 % más, gracias a la aportación de BPI (+13,2 %) y los ingresos derivados de la actividad comercial de CaixaBank (+6,3 %).
El grupo que preside Jordi Gual y cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar ha registrado en 2017 un total de 110 millones de costes extraordinarios asociados a BPI.
Los ingresos de la cartera de participadas se han situado en 653 millones, lo que supone una reducción del 21 %, como consecuencia, entre otros factores, del menor dividendo de Telefónica, cambios de perímetro y la venta del 2 % de la participación de BPI en el banco angoleño BFA.
El epígrafe de ganancias/pérdidas por activos y pasivos financieros y otros se ha reducido hasta los 282 millones, un 66,7 % menos, ya que las cuentas de 2016 incluían varias plusvalías, como una de 165 millones de euros por la venta de Visa Europe.
Los recursos totales del grupo han sumado 349.458 millones a cierre de 2017, lo que supone un aumento del 15 %.
Concretamente en CaixaBank, los recursos de clientes se han incrementado un 3,5 % en el conjunto del año (+10.600 millones) y registrado una ligera bajada del 0,2 % en el último trimestre del año, que ha estado marcado por la crisis política en Catalunya, que llevó a la entidad a trasladar su sede social a Valencia, donde hoy tiene previsto presentar los resultados anuales a la prensa.
En el último año, CaixaBank ha incrementado un 16 % el crédito a las empresas y un 15 % el crédito al consumo, y la ratio de morosidad del grupo ha bajado nueve décimas, situándose en el 6 %, mientras que la ratio de cobertura de la cartera dudosa ha mejorado tres puntos, hasta el 50 %.
En el conjunto del grupo, los saldos dudosos han descendido hasta los 14.305 millones, en su mayoría correspondientes a CaixaBank, con 13.086 millones.
Las dotaciones para insolvencias han alcanzado en 2017 los 799 millones, un 154 % más, debido a la liberación de 676 millones de euros de provisiones de la cartera crediticia en el cuarto trimestre de 2016. Aislando este efecto, la evolución anual sería del -19,3 %.
El Grupo CaixaBank dispone de unos activos líquidos totales de 72.775 millones, con una ratio de liquidez del 202 %, muy por encima del mínimo requerido del 100 % a partir del 1 de enero de 2018. Su ratio Common Equity Tire 1 fully loaded se ha situado en el 11,7 % y el capital total en el 15,7%