AGRICULTURA FRUTA
UP ve viable un plan de arranque de frutales pagado con fondos de la UE
El sindicato considera que podría ser financiado con medidas extraordinarias generadas por el veto ruso|| El ministerio descarta dotación de los Presupuestos
Unió de Pagesos confía en que hay margen para acordar con el ministerio de Agricultura el plan de arranque de frutales propuesto por el sindicato. Tal como indica el dosier de propuestas del departamento que dirige Isabel García Tejerina, se trata de un documento de trabajo y no prejuzga la posición final del ministerio. En este sentido, UP recuerda que, al contrario de lo que piden otras organizaciones agrarias, el plan de arranque propuesto por el sindicato debe financiarse a través de las medidas extraordinarias para hacer frente al veto ruso articuladas desde Europa y no a través de los Presupuestos Generales del Estado.
Como publicó SEGRE el sábado, el ministerio rechazó financiar un plan de arranque dado que “es muy difícil justificar la movilización de recursos financieros de los Presupuestos Generales del Estado, que deben atender otras muchas necesidades incluso más urgentes, cuando existen recursos disponibles financiados a través de la PAC específicos para la gestión del sector, recursos que incluso en el pasado han contribuido a aumentar la capacidad productiva”.
Bruselas destinó el año pasado 7,88 millones de euros para retirar del mercado 29.325 toneladas
El sindicato insiste en que hay que reclamar medidas extraordinarias de perturbación del mercado para el 2018 a la Comisión Europea, ya que continúa el veto ruso a las importaciones de fruta europeas. Unió de Pagesos propone utilizar los recursos comunitarios de medidas excepcionales para hacer frente al veto ruso y, en vez de retirar la producción, que se articule un plan voluntario de limitación de la producción, con el arranque de las plantaciones, planteamiento al que no se ha opuesto el ministerio. Teniendo en cuenta que en 2017 se destinaron a retiradas extraordinarias de melocotones y nectarinas 7,88 millones de euros que permitieron retirar 29.325 toneladas, si el dinero comunitario se hubieran dedicado a un plan voluntario para arrancar las plantaciones podrían haber retirado (y por un periodo mínimo de 20 años) más de 60.000 toneladas de en un año. Antes del veto ruso, España exportaba alrededor de 60.000 toneladas al año en Rusia y con una tendencia creciente.
Ve positivo el establecimiento de medidas a medio y largo plazo que favorezcan la calidad, la mejora de la comercialización y la planificación de la producción, pero alerta de que el sector necesita medidas de impacto urgentes, a corto plazo, para poder afrontar la próxima campaña y ve la única opción viable es la del plan de arranque.