AGRICULTURA TECNOLOGÍA
La agricultura de precisión reduce hasta el 45% el uso de fitosanitarios
En viña y frutales según los resultados del proyecto AgVANCE de la UdL y la UPC || Insisten en la importancia de ofrecer soluciones “sin riesgos” para los productores
La agricultura de precisión permite a los productores de viña y frutales reducir entre un 20% y un 45% la cantidad de fitosanitarios que deben aplicar para acabar con las plagas. Este es uno de los resultados obtenidos por el proyecto de investigación AgVANCE, integrado por científicos de la Universitat de Lleida (UdL) y de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y activo durante estos últimos 4 años. Su objetivo es “mejorar la gestión de las explotaciones frutícolas y en el marco de la agricultura de precisión”, en palabras del catedrático José Antonio Martínez, miembro del Grup de Recerca en Agricultura de Precisió (GRAP) de la UdL. En el ámbito de los productos de control de plagas, esta agricultura “moderna” permite ajustar todo el proceso de aplicación para que, con la mínima cantidad, se logre el resultado deseado por el productor. Así, el payés puede optimizar sus gastos en la compra de esta clase de químicos y el consumidor tiene la garantía de que consume un producto que ha sido tratado con la dosis imprescindible de fitosanitarios.
Martínez manifestó que “en este proyecto se han realizado avances para cuantificar y caracterizar mejor la arquitectura foliar con el objetivo de ajustar las dosis de los tratamientos fitosanitarios al volumen del árbol”. Por su parte, el coordinador del grupo y miembro del Grup d’Agricultura Sostenible i Qualitat dels Aliments (ASQUAS) de la UPC, Emilio Gil, destacó la importancia de renovar la maquinaria de aplicación de los fitosanitarios para que el productor se pueda beneficiar de estas investigaciones. A este respecto, apuntó que “si no cambiamos boquillas nunca y no ajustamos el caudal de aire”, por ejemplo, los resultados no serán los deseados. En cambio, si el payés invierte en cambiar sus máquinas, cuando “vea que se ahorra entre 2.000 y 3.000 euros al año de producto, realmente empezará a pensar que la agricultura de precisión tiene sentido”. Asimismo, el doctor Santiago Planas, del GRAP, subrayó la necesidad de presentar a los payeses propuestas de tratamiento “seguras” y “sin riesgos”, porque son “reticentes a adoptar las soluciones que les recomiendan aquellos que no van a sufrir” los eventuales perjuicios económicos de los mismos. Además, Planas afirmó que los investigadores ya han desarrollado, y siguen trabajando en la tecnología de precisión. Pero reconoció que sólo se generalizará cuando llegue “el momento oportuno”.