Inspecciones contra la 'relajación' con la vacuna del aujeszky en cerdos

El ministerio de Agricultura teme que el sector del porcino se haya “relajado” en la vacunación de la cabaña contra la enfermedad del aujeszky y está preparando un plan de inspecciones para comprobar el cumplimiento de la normativa al respecto. Así lo anunció ayer en Lleida la subdirectora general de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad del ministerio, Beatriz Muñoz, que espera que el plan sea una realidad antes de verano.

Muñoz explicó ayer en la Llotja de Lleida que el principal riesgo sanitario para la cabaña en España es precisamente el del aujeszky. Catalunya está libre de la enfermedad desde el año 2010, después de una intensa lucha contra el virus que, por ejemplo, situaba la prevalencia en granjas de las comarcas de Lleida en el 66,85% en 2003. El conjunto del Estado está también libre de la enfermedad pero, como recordó Muñoz, con la obligación de mantener la vacunación de la cabaña. Ahora, el ministerio teme que al haberse erradicado de las explotaciones se den casos de ganaderos que no estén vacunando. Supone un grave riesgo sanitario, pero también comercial, dado que puede poner en riesgo las exportaciones. En este sentido, la subdirectora ministerial remarcó que el aujeszky sigue muy presente en la población de jabalís. En concreto calcula que entre un 25 y un 30% de estos animales pueden tenerlo en España, una tasa que es muy similar a la existente en otros países europeos.

Sobre el plan de inspecciones, explicó que tendrá una normativa base marcada por el ministerio y que su aplicación corresponderá a las comunidades autónomas con competencias transferidas. Es decir, que en el caso de Lleida corresponderá a la Generalitat. Dijo que dado que el programa está en fase de consultas, aun no se puede cuantificar las posibles sanciones si se detecten casos en los que no se esté vacunando a los animales.

En cuanto a los riesgos internacionales para la cabaña porcina española, Beatriz Muñoz recordó la existencia de casos de fiebre aftosa en el Norte de África y de peste porcina africana en países del Este de Europa, como ha venido informando este diario.

Los problemas sanitarios se pueden convertir en problemas económicos dado que puede suponer el cierre de fronteras de algunos países a las exportaciones del sector, claves para los resultados económicos del porcino. Muñoz participó ayer en el congreso Porciforum que se clausura hoy en la Llotja.