GANADERÍA ANÁLISIS
Lleida concentra las granjas lácteas más grandes de toda Catalunya
La producción media de cada una de sus 139 explotaciones superan los 161.000 litros mensuales || Casi triplica el promedio estatal de entregas diarias
La provincia de Lleida es líder indiscutible en Catalunya en diferentes sectores, como el porcino, el vacuno de engorde o la fruta dulce, pero también en la producción de leche de vaca, donde se demuestra que las inversiones llevadas a cabo por los ganaderos en los últimos años mantienen sus explotaciones como punta de lanza del sector. La conselleria de Agricultura apunta que las comarcas de Ponent concentran en términos medios las explotaciones más grandes de toda Catalunya. En concreto, cifra en solo 139 las explotaciones en la provincia, un 26,6% del total, pero es la que aglutina mayor censo de vacas y terneros y también las entregas de leche. Así consta en el último informe técnico elaborado por la Generalitat, según el cual en la provincia de Lleida hay 27.359 animales reproductores con aptitud láctea de media en el año 2017 y los dos primeros meses de 2018. En Girona alcanzan los 29.308 animales, pero repartidos en 223 explotaciones, y en Barcelona tiene contabilizadas 22.472 reses en 175 explotaciones. En Tarragona, el informe no refleja actividad en producción de leche de vaca.
El análisis de las entregas de leche vuelve a situar a las comarcas de Ponent como líderes en Catalunya, con una media mensual de 21.887,7 toneladas. En Girona se contabilizan 20.561,6 toneladas y en Barcelona, 16.786,9. Así las cosas, las granjas leridanas entregan de media 161.022 litros mensuales, cuando la media de toda Catalunya está situada en torno a los 115.458. Una granja leridana produce diariamente 5.262 litros, mientras que el promedio en el Estado es de apenas 1.250.
El informe de la Generalitat coincide con la petición efectuada esta semana al ministerio de Agricultura por Unió de Pagesos de una reducción del volumen de leche requerido para constituir una organización de productores lácteos y la corrección de las desventajas de los productores respecto los compradores. Según el sindicato, el proyecto de Real Decreto pretende modificar las condiciones de la contratación del sector lácteo, el reconocimiento de las OPL y de las organizaciones interprofesionales del sector productor.
leida
Los ganaderos catalanes ingresaron de media solo 30,915 céntimos de euro por cada litro de leche que comercializaron el año pasado, según los datos de la conselleria de Agricultura. Así consta en el informe de la Generalitat para una calidad estandarizada con el 3,7% grasa y 3,1% proteína. El precio es sensiblemente inferior al de los principales países productores europeos (Francia 32,083 céntimos y Alemania 33,371), concretamente un 3,6 y 7,4%, respectivamente.
El mercado mundial de las principales commodities, cierra el año 2017 con una marcada tendencia a la baja en las cotizaciones de la leche spot, o de mercado libre, mantequilla y leche desnatada en polvo.
A pesar de contar con un total de 491 actividades industriales lecheras registradas en Catalunya, la realidad es que la industria lechera catalana continúa, en volumen, muy enfocada a la producción de leche envasada, básicamente UHT; si bien es cierto que prolifera la producción más artesanal a pequeña escala.
Prueba de esta situación general es una balanza comercial de 2017, en volumen (-196.136 toneladas) y en valor (-559.335 miles de euros), claramente deficitaria.
A este hecho, hay que sumar una tendencia a la baja en el consumo de leche líquida y un cierto estancamiento en el del resto de derivados de la leche. En definitiva, el sector tiene que trabajar en la diversificación de la producción, en la valoración de la excelente producto de que disponemos, nutritivamente e higiénicamente hablando, y en la educación de un consumidor muchas veces desinformado, y excesivamente influenciable por informaciones poco contrastadas, según la conselleria de Agricultura.
Hay, pues, que fomentar el consumo de leche y productos lácteos de calidad y de proximidad, es decir, el kilómetro cero, concluye el informe de la Generalitat.