La revolución tecnológica y el envejecimiento de la población, los retos de la economía

¿Quién dijo que la economía es un tema árido? Enric Fernández, economista jefe de Caixabank, demostró el miércoles en la quinta edición de los Diàlegs al Roser de SEGRE, que un buen comunicador puede llegar al gran público sin bajar el nivel. Fernández empezó con una dosis de tranquilidad. “Estamos en un buen momento”, aseguró. El mejor de los últimos diez años. Claro que “venimos de donde venimos”, de una crisis sin precedentes. Pero, en todo caso, este 2018 “el crecimiento global del Producto Interior Bruto, en términos reales, estará muy próximo al 4%”. Y, lo más importante, este buen momento está “sincronizado”, ya que las economías de todo el mundo se encuentran “en aceleración o con una tasa de crecimiento alta”, sin las temidas burbujas de principios de los 2000. No crecerán tanto las economías catalana y española, “pero el 2,8 previsto es una tasa lo suficientemente fuerte”.

Además, Enric Fernández subrayó que en Catalunya y España la economía está “equilibrada”, con más inversión que consumo y más exportaciones que importaciones. Hay nubes en el horizonte económico y el ecomista jefe de Caixabank cree que a mediados de 2019 “empezarán las subidas de interés”. Eso sí, serán “muy graduales” y harán que se normalice el sector.

Con más pesimismo mira hacia el otro lado del Atlántico. Fernández no oculta que las previsibles “sorpresas” de Donald Trump inquietan a la economía mundial porque sus políticas populistas “son ineficaces”. En este sentido, puso como ejemplo que las medidas proteccionistas con los productores de acero y aluminio “destruirán más empleos de los que pretende preservar, porque perjudicará a industrias americanas como la del automóvil”, sentenció.

La cuarta revolución industrial que ha supuesto la tecnología fue otro de los aspectos abordados en el ciclo Diàlegs al Roser, organizados por SEGRE coincidiendo con el 35 aniversario del diario y los 20 años de la edición en catalán. “El cambio tecnológico es uno de los motores del bienestar”, advirtió. Aunque asusten. “Desaparecerán ocupaciones pero se crearán otros perfiles de empleos. ¿Quién habría pensado hace unos años que existiría la figura de un experto en ciberseguridad?”, se preguntó. Para hacer frente a este futuro imparable, el economista jefe de Caixabank cree que hay que preparar a los jóvenes para estos cambios. Y se mostró contrario a inicitivas como la de que los robots paguen una tasa.

El otro gran debate social del momento que Enric Fernández no rehuyó fue el de las pensiones. Ante el dato objetivo de que “vivimos más años pero nos jubilamos a la misma edad que hace veinte o treinta años”, el economista advirtió que el sistema actual no es viable. “Antes teníamos 18 millones de personas que cotizaban y 9 millones de personas con más de 65 años”. El año 2050 la pirámide demográfica habrá cambiado mucho y se entrará en una ratio de uno a uno. Es decir, habrá 14,5 millones de personas ocupadas y 14,5 millones de personas mayores de 67 años. Y ante esta perspectiva, los números no cuadran. Para Fernández, las reformas llevadas a cabo por el PP y el PSOE “se hacen en base a una reducción de la pensión media”.

El economista jefe de Caixabank definió a la Unión Europea como un proyecto “de cimientos muy sólidos” que, sin embargo, pierde el tejado en una tormenta. Una metáfora para asegurar que “aunque haya más crisis, que las habrá”, se dispone de más recursos para hacerles frente. Ya sea desde la visión francesa de disponer de más mecanismos de estabilidad que permitan compartir riesgos, o bien desde las perspectiva alemana, que contempla mecanismos de disciplina. Dos maneras de entender la Unión Europea “complementarias”. A su modo de ver, no tienen sentido las reglas si son tan complejas “que ni los expertos se ponen de acuerdo en cómo seguirlas”.

Esto hace “poco creíbles” algunas propuestas, si bien han servido para que haya “un cambio de paradigma en la unión bancaria”.

Y en este horizonte de cambios, Enric Fernández reclamó “fuertes liderazgos” para romper esquemas y pensar de manera “radicalmente diferente”. Solo de esta forma se podrá hacer frente a los grandes retos del momento actual que, si bien es muy complejo, “el contexto es favorable”. Una dosis de riesgo para adelantarse a las vicisitudes del futuro.