CEREAL PREVISIÓN
El calor, clave ahora para que Lleida tenga una buena cosecha de cereal
El agua de los últimos días y las bajas temperaturas retrasan la recogida y complican los segundos ciclos || Las zonas más tempranas han iniciado la campaña
Tras las abundantes lluvias de las últimas semanas, los productores de cereal de Lleida esperan que empiece a subir la temperatura para finalizar la formación del grano. Esta es la máxima preocupación de los cerealistas ya que, con tanta agua, las máquinas aún no pueden cosechar en muchos puntos y están empezando a proliferar las malas hierbas y el peligro de la aparición de cierto tipo de hongos. Esta situación está provocando un retraso en la cosecha de cereal, como la cebada, unos 10 días en comparación a años anteriores.
Según el responsable de cereal de Unió de Pagesos (UP), Santi Caudevila, para los productores que hayan planeado una sola cosecha esta situación carece de importancia, pero para los que hayan planificado su trabajo a dos cosechas “se les acumulará el trabajo, ya que un día de siembra representan tres de cosecha”. “Ahora lo que hace falta es que haga el calor suficiente para que se pueda cosechar ya que los rendimientos auguran una buena producción”, explicó.
Un ejemplo del exceso de agua y déficit de temperaturas se puede observar a simple vista con cultivos de maíz con un tamaño muy por debajo de lo que se espera para estas fechas, ya que la conjunción de humedad y luego temperatura es esencial.
Como en otras campañas, los productores de Alfés son de los más tempranos en dar el pistoletazo de salida a la campaña de recolección del cereal de invierno.
Según las primeras estimaciones, con datos del mes de abril, el departamento de Agricultura prevé que la producción de cereal sea inferior a la última campaña, sobre todo por la afectación de la sequía de los meses de invierno la que provocó que muchas plantas no llegaran a nacer en zonas de secano. En concreto, en el mes de abril se estimaba que la producción de cebada se situará en torno a las 342.000 toneladas en las comarcas de Lleida, mientras la de trigo será de unas 150.750 toneladas, en ambos casos por debajo de la cosecha del 2017. Pero en estas previsiones de la conselleria no se tienen en cuenta las mejoras de rendimientos derivadas de las últimas lluvias.