El sector de construcción, sin mano de obra en Lleida ante el aumento de la actividad

El repunte del sector de la construcción en Lleida y la falta de mano de obra para afrontar este aumento de la actividad está provocando que haya particulares que se vean obligados a retrasar el inicio de trabajos de reforma. La patronal y firmas del sector coinciden en señalar que faltan albañiles y operarios cualificados.

El aumento de la construcción y reforma de pisos y un tímido repunte de la obra pública ha provocado que incluso haya particulares que tengan que esperar unos meses para hacer obras en su casa ante la falta de empresas disponibles. El presidente del Gremi de Constructors de Lleida, Josep Maria Gardeñes, confirmó que “es así”, pero precisó que se trata de una situación un tanto “engañosa” porque está asociada a otro problema: las empresas no encuentran mano de obra para afrontar el incremento de la demanda.

“Durante los pasados años [a lo largo de la crisis] las empresas hemos adelgazado mucho en personal, hemos retenido solo el talento imprescindible, por lo que mucha gente se ha ido del sector y ahora no hay mano de obra especializada”, detalló. Indicó que esta situación se nota especialmente en un momento en el que hay un incremento de la construcción de pisos y la obra pública también crece ligeramente en un año preelectoral en los ayuntamientos y porque la de la Generalitat también ha repuntado mínimamente.

Gardeñes añadió que el sector siempre ha tenido un problema de falta de mano de obra especializada, igual que otros oficios, pero que “ahora se nota con más fuerza”. Consideró que la solución “necesita de tiempo y planificación”, por lo que el gremio tiene previsto plantear a la administración que adopte medidas de cara al futuro para que esta situación no vuelva a repetirse. “Hay que prestigiar el oficio, porque si no, la gente no quiere venir”, concluyó.

El gremio pedirá a la administración que adopte medidas para que haya más trabajadores cualificado

Diversas empresas del sector corroboraron la existencia de esta combinación de aumento de actividad y falta de mano de obra. Así, un responsable de Albañilería González, pequeña firma radicada en Pardinyes, explicó que “nosotros tenemos trabajo hasta finales de año. Hace dos años éramos solo tres y ahora somos 6 trabajadores”. A la vez, enfatizó que “falta mano de obra, no se encuentra gente cualificada, antes era más fácil”.

Mientras, un responsable de Puigdevall, empresa de Lleida ciudad de tamaño medio con más de 40 años de trayectoria en el sector, ratificó que “el albañil que teníamos desde siempre ha desaparecido, muchos han cambiado de sector en los últimos años o se han ido al extranjero, y tampoco hay gente que quiera aprender el oficio”. “Es muy complicado encontrar mano de obra, no hay ninguna bolsa de oficiales de primera”, reiteró.

Los instaladores, un sector vinculado a la construcción, también han alertado en los últimos meses de la falta de mano de obra al no haber nuevos titulados de sus oficios.

“Tenemos los trabajos de este año más los del anterior”

El propietario de la empresa de reformas integrales Mauri señaló que “estamos desbordados”, tanto que hasta ha tenido que ampliar la plantilla con tres trabajadores más, que “han sido complicados de encontrar, ya que no hay mano de obra cualificada”, sobre todo carpinteros. Señaló que la recuperación en el sector tras la crisis empezó hace tres años y medio “pero el año pasado apenas hubo trabajo entre mayo y diciembre, seguramente por la incertidumbre política que vivimos en Catalunya”.

En este sentido, explicó que por eso este año “tenemos los trabajos que tocaría y a ellos se les suma los del año anterior, por lo que estamos saturados”.

Una recuperación que aún queda lejos del nivel que era habitual Gardeñes subrayó que el principal termómetro para medir la actividad del sector es justamente la demanda de mano de obra. “Si hay demanda, es que la actividad repunta, porque lo último que hacen las empresas es contratar a más empleados”. No obstante, precisó que el actual nivel de actividad aún está bastante por debajo de lo que era habitual, ya no durante el “boom” anterior a la crisis, sino en los años previos al mismo. Por otra parte, el responsable de Puigdevall precisó que, además de que el volumen de trabajo es modesto, hay otros problemas que afectan negativamente al sector. Remarcó el hecho de que “los precios son escandalosos, como hay poco trabajo, nos peleamos todos por ella y los precios son reventados”. “También hay gente que intenta ahorrarse costes comprando directamente algunos materiales, prescindiendo de las garantías que ofrece una empresa”, añadió. Además, dijo que firmas como la suya han perdido parte de las calificaciones necesarias para hacer determinadas obras pública porque deben acreditarse periódicamente con su ejecución “y durante los últimos 8 o 9 años no ha habido obra pública”.